Hirohito afronta "la peor de las situaciones", dice la Casa Imperial

El estado de salud del emperador de Japón cayó ayer en "la peor de las situaciones", tras ocho semanas de enfermedad, según informó el portavoz de la Casa Imperial, Kenji Maeda. Hirohito sufrió a media tarde de ayer una fuerte caída en la tensión arteria], con tan sólo una máxima de 6,8 y una mínima de 3, mientras su temperatura subía a 39 grados, y las pulsaciones, a 120 por minuto.El equipo médico aplicó una nueva transfusión sanguínea de 600 centímetros cúbicos, lo que eleva el total de transfusiones a 19,465 litros desde el pasado 19 de septiembre. A primeras horas de la noche, Hirohito experimentó una ligera mejoría, con una subida de presión a 7,6 de máxima y 4 de mínima, una baja de temperatura a 37,3 grados y unas pulsaciones de 96 por minuto.

La noticia de la recaída del emperador, de 87 años de edad, afectado por fuertes hemorragias en la zona del duodeno,. producidas, al parecer, por un cáncer pancreático, fue objeto de particular atención en todos los telediarios japoneses.

El emperador Hirohito había tenido ya una jornada muy delicada el pasado domingo y durante la madrugada del lunes, cuando debieron suministrarle en varias transfusiones un total de dos litros de sangre y aplicarle una fuerte dosis de antibióticos para combatir la fiebre. En la jornada del lunes y hasta la tarde del martes, el veterano monarca pareció recuperarse, dentro del estado de gravedad, hasta que ayer vivió la más fuerte caída de presión sanguínea sufrida desde el inicio de su enfermedad. Las hemorragias le sobrevinieron en la madrugada del lunes 19 de septiembre y comenzaron con fuertes vómitos de sangre.

Hirohito había sido operado de un tumor -posiblemente maligno, según fuentes del departamento médico de la universidad de Tokio- en septiembre de 1987. Tras su nueva crisis, sufrida hace ya 52 días, la Casa Imperial no ha difundido ninguna imagen del emperador, que está hospitalizado en el recinto del palacio, en cuyas cuatro entradas decenas de periodistas, fotógrafos y operadores de televisión guardan una vigilancia ininterrumpida.

Según un documento confidencial, preparado conjuntamente por el Gobierno y la Casa Imperial, en el momento del fallecimiento de Hirohito se declararán dos días de luto en Japón, seguido de los actos de coronación del nuevo emperador, su hijo el príncipe Akihito, que ejerce ya las funciones de regente. El luto oficial será de un año, y las ceremonias del funeral, con asistencia de los principales líderes políticos del mundo, debería celebrarse dentro de los 40 días que sigan a la desaparición de Hirohito.