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Un condenado del 'Nani' testifica que "hay mafias" que no han salido a la luz

El comisario Francisco Javier Fernández Álvarez, acusado de tenencia ilícita de armas en el sumario de la mafia policial y condenado a más 29 años de cárcel por la desaparición del Nani, manifestó ayer en la segunda sesión del juicio que se desarrolla en Santander, que "hay mafias y corrupciones" que no han saltado la luz. "Todos los hechos" de los que se acusa a los cinco agentes que se sientan en el banquillo fueron realizados "con la autorización" de sus superiores, testificó el comisario ante la Audiencia Provincial de Santander."No somos una mafia, somos unos trabajadores", agregó Fernández Álvarez, en un largo monólogo donde expuso su pensamiento sobre el método profesional de la policía. A veces, dijo como ejemplo, hay que "dejar pasar un arma", en vez de detener a quien la porta para alcanzar un mayor resultado con desarticulación de una banda.

Similar método profesional defendió en su testimonio otro de los procesados: el inspector Antonio Caro Fontanillo. El presidente del tribunal, Jesús Porras de la Mata, preguntó a Caro que le explicase qué fin perseguía al permitir que un confidente [se refería al joyero Federico Venero] tuviera armas "cuando su obligación como policía era impedir el delito". Caro respondió: "Yo [en esa situación] consulto con mi jefe. Pero si yo fuera jefe también lo hubiera hecho". "Tal vez no es ético, pero es profesional", precisó el agente.

Animadversión

El segundo monólogo de la jornada de ayer lo protagonizó el inspector Adelardo Rafael Martínez García, para quien el fiscal pide seis años de cárcel por tenencia ilícita de armas. Su testimonio se centró en la animadversión de determinados agentes de Santander contra los policía que hoy ocupan el banquillo.El inspector Martínez citó dos policías destinados en 1985 en Santander: el subcomisario Miguel Ángel Alonso, entonces jefe de la brigada de policía judicial de la provincia, y el comisario Alfredo Carballo, responsable policial de Cantabria. Carballo es actualmente jefe superior de La Coruña y Alonso fue uno de los integrantes de la llamada brigada anticorrupción.

Según sostuvo Adelardo Martínez, la animadversión de estos policías santanderinos se inició porque sentían "celos" de que Venero fuese confidente de lo agentes que hoy se sientan en el banquillo. "Había envidia contra nosotros", agregó.

La sesión de tarde del juicio, que apenas duró 50 minutos, estuvo dedicada a la primera prueba pericial con intervención de dos maestros armeros de la policía, informa Jesús Delgado.

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El abogado defensor Jos Emilio Rodríguez Menéndez mostró su disconformidad con el procedimiento por entender qu se debía haber dado traslado a las partes de los nombres de los peritos y del contenido del informe que hubieran podido redacta y que él daba por elaborado.El presidente del tribunal dejó claro que no existía tal informe previo.

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