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Un cuñado de Vera coordinó la distribución de los fondos reservados desde 1982 hasta hace un año

Luis Bernaldo de Quirós, cuñado del secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, coordinó la distribución y contabilidad de los fondos reservados de la Dirección de la Seguridad del Estado desde que el equipo socialista llegó al poder, en octubre de 1982, hasta hace algo más de un año. El policía Juan Antonio Mínguez Alvarez fue el encargado de repartir esos fondos en la época de UCD bajo las directrices de Francisco Laína, después estuvo a las órdenes del cuñado de Vera y actualmente sigue siendo el funcionario autorizado para distribuir y contabilizar esas partidas de gastos. La Dirección de la Seguridad del Estado guarda todos los justificantes de la distribución y destino de esos gastos.

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Un conflicto pendiente

Rafael Vera, primer director de la Seguridad del Estado socialista, destinó a su cuñado Luis Bernaldo de Quirós -apodado El Pescanova porque había trabajado en esa empresa como contable- al gabiente especialmente encargado de distribuir los fondos reservados, siempre tras la autorización del ministro José Barrionuevo y el propio Vera.Bernaldo de Quirós contó para ello con el policía Juan Antonio Mínguez, que desde la época de Francisco Laína realizaba esas funciones y conocía perfectamente el mecanismo de distribución y contabilidad de dichas partidas.

Hace algo más de un año, coincidiendo con la publicación en los medios de comunicación de informaciones sobre las implicaciones del subcomisario José Amedo con los GAL y la posible financiación de este grupo con fondos reservados de Interior, Bernaldo de Quirós abandonó ese puesto de máxima responsabilidad y confianza en la Seguridad del Estado para regresar a su antigua empresa.

Estos datos no se han conocido hasta ahora porque el Gobierno se negó a facilitar al juez Baltasar Garzón, que investiga las conexiones de policías e instituciones con los GAL, informaciones relativas a los fondos reservados de Interior invocando el "secreto de Estado".

La Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional está pendiente de decidir sobre esta actuación de los responsables de Interior, así como de resolver la posible solicitud- al Tribunal Supremo del procesamiento del entonces ministro del Interior, José Barrionuevo, por ausencia de cooperación y denegación de auxilio a la justicia. Garzón considera que fondos reservados de Interior fueron desviados para financiar a los GAL.

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Control interno

Interior reconoció que el viaje de Amedo a Portugal en enero de 1986 -donde reclutó a los mercenarios que realizaron dos, atentados en el sur de Francia- fue pagado a cargo de dichas partidas de gastos.

Aunque fuentes del Ministerio del Interior indican que no existen justificantes oficiales de los destinos de esos fondos fuentes de ese departamento han asegurado que ese gabinete de la Seguridad del Estado -el que coordinaba Bernaldo de Quirás- dispone de justificantes de control interno firmados incluso por los propios policías de base que han recibido cantidades para pagar confidentes, viajes u operaciones especiales.

La Dirección de la Seguridad del Estado distribuía y distribuye esos fondos a la Dirección de la Policía, Jefaturas Superiores, especialemente a la dé Bilbao, y a las Cuatro comisarías generales (Antiterrorista, Estupefacientes, Policía Judicial y Seguridad Ciudadana).

La mayor partida de esos fondos siempre ha estado destinada a la Comisaría General de Información -Antiterrorista-, que dirige desde 1982 Jesús Martínez Torres. Este policía dispone habitualmente en su caja fuerte de diez millones de pesetas en metálico para financiar cualquier operación.

Cuando disminuye el efectivo en dicha caja, Martínez Torres recibe de la Dirección de la Seguridad del Estado dinero en metálico para reabastecerla. Este comisario firma siempre un recibo del dinero recibido y exige a sus subordinados un justificante de las cantidades que han utilizado para pagar sus operaciones. Esos justificantes son, a su vez, archivados en la Comisaría General de Información o entregados a la Dirección de la Seguridad del Estado.

Este departamento dispone también de una cuenta corriente donde guarda todo el dinero destinado a esos gastos por los Presupuestos del Estado. De dicha cuenta se detrae el efectivo que se entrega a los comisarios generales o se realizan transferencias a las Jefaturas Superiores de Policía.

En casos excepcionales y para una operación inmediata fuera de Madrid, los policías reciben el dinero en metálico de las Jefaturas' Superiores, que a su vez lo reclaman de la Dirección, bien en metálico o mediante transferencia bancaria. También ocurre que se entreguen fondos ordinarios que luego se justifican como reservados.

Esa cantidad después es reingresada en la caja o, en la cuenta de gastos ordinarios.

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