Masiva asistencia de vecinos de Vilanova i la Geltrú al funeral por los dos policias

Cerca de 2.000 ciudadanos de Vilanova i la Geltrú asistieron ayer al funeral por los dos policías muertos al intentar detener a José Juan Martínez Gómez. Los féretros con los cadáveres de José Manuel García Beltrán, de 33 años, casado y con dos hijos, y Joaquín González, de 43 años, casado y con un hijo, fueron trasladados a hombros por sus compañeros desde la capilla ardiente instalada en el salón de plenos del Ayuntamiento hasta la parroquia de San Antonio Abad.Autoridades y un numeroso público concentrado en la Plaza de la Vila y en la Rambla Principal acompañaron al cortejo en completo silencio y al compás de marchas fúnebres, interpretadas por una banda de música de la Policía de Madrid.

A las 12 del mediodía entraron en el Ayuntamiento el gobernador civil de Barcelona, Ferran Cardenal; el conseller de Gobernación de la Generalitat, Josep Gomis; el delegado del Gobierno en Cataluña, Francesc Martí Jusmet; el director general de la Policía, José María Rodríguéz Colorado, y el jefe superior de Policía de Barcelona, Enrique de Federico, junto al alcalde y concejales del Ayuntamiento de Vilanova. Rodríguez Colorado calificó los hechos como "una salvajada y una brutalidad".

Después que los familiares de los dos policías muertos recibieran el pésame de las autoridades presentes, los ataúdes fueron trasladados a hombros de agentes de la comisaría de Vilanova. Los dos féretros, cubiertos con sendas banderas españolas, fueron ovacionadas por el público congregado a lo largo del itinerario hasta la iglesia.

Los cadáveres de los dos policías fueron trasladados a Valencia y Alicante, sus localidades natales, para recibir sepultura.

Anoche se llevó a cabo la reconstrucción del tiroteo en la terraza del hostal Costa d'Or, con la asistencia del fiscal y algunos de los testigos de la refriega.