El Gobierno polaco pretende marginar a la oposición

Un tenso compás de espera se mantiene en Polonia tras la práctica ruptura del diálogo entre el Gobierno y la dirección del sindicato ilegal Solidaridad. Proliferan los indicios de que el Gobierno prepara una ofensiva de publicidad reformista con vistas a la opinión pública y apuesta por la marginación de la oposición organizada. Esta, por su parte, teme una inminente radicalización de las protestas de los sectores más sensibilizados de la población.

El líder sindical Lech Walesa y sus colaboradores no han reaccionado aún públicamente a la alocución televisada del primer ministro, Mieczyslaw Rakowski, en la que éste dejaba entre ver su falta de interés por la mesa redonda entre Gobierno y oposición. Las posibilidades de un retorno al diálogo parecen más escasas que nunca en los dos últimos meses, desde que el régimen se avino a los primeros contactos directos con la oposición después de la implantación de la ley marcial, en diciembre de 1981.El mediador del episcopado entre el régimen y Solidaridad, Andrzej Stelmachowski, se ha declarado pesimista, considera la situación "extremadamente peligrosa" y teme una dura reacción de protesta de los sectores más radicalizados de la oposición.

El disidente Jacek Kuron, uno de los dos asesores de Solidaridad, cuyo veto en la mesa redonda por parte del Gobierno ha bloqueado los contactos Gobierno-oposición, dijo ayer a, EL PAÍS que no quiere hacer manifestaciones "mientras dure el partido de fútbol con mi cabeza. Espero que acabe pronto". Kuron y Adam Michnik son los dos miembros de la delegación propuesta por Lech Walesa que el Gobierno rechaza como ínterlocutores porque "no acatan la Constitución", según el portavoz gubernamental Jerzy Urban.

Tanto el Gobierno como la oposición han dejado claro, por boca del ministro del Interior Czeslaw Kiszczak, y Lech Walesa, respectivamente, que no mantendrán las negociaciones " a cualquier precio". Las palabras de Rakowski en el último pleno del Comité Central del partido de que hay que actuar "con la sonrisa en los labios y la mano dura" parecen cobrar sentido en lo que se perfila como una estrategia para marginar a Solidaridad.

El Gobierno quiere responsabilizar a Walesa del retraso del diálogo y presentar al nuevo Gobierno como la auténtica vía reformista que no requiere de un pacto con la oposición para iniciar los cambios necesarios.

[Según la agencia Reuter, la policía checoslovaca mantenía detenidas aún ayer a unas 85 personas capturadas tres días antes en un intento de evitar manifestaciones para exigir reformas políticas, según un dirigente opositor. Entre los detenidos se encontraban miembros del movimiento disidente Carta 77.]

[Unos 5.000 ciudadanos húngaros se manifestaron ayer, por su parte, en Budapest contra la construcción de una represa en el río Danubio que, según afirman grupos ecologistas, destruirá la vida silvestre y contaminará la mayor fuente de agua potable de Europa, informa Reuter. Horas antes, un millar de manifestantes había iniciado en las riveras del Danubio una recogida de firmas para pedir un referéndum. sobre el tema y exigir la dimisión del parlamento, que este mes aprobó el proyecto, informa France Presse.]