En favor de 'El Globo'

Hace algunas semanas de la desaparición de El Globo, y debo decir que echo mucho de menos la revista. Me gustaba mucho, su estructura, muy similar a la de Time o Newsweek, el estilo abierto, directo, fresco, alegre y desenfadado, cuando no irónico, sarcástico y socarrón de muchos de sus artículos, entre los que siempre había varios de interés. Recuerdo especialmente algunos, como el Todos contra la mili (yo incluido) o la reseña de Tom Wolfe publicada en junio, comentando la aparición en Estados Unidos de dos libros sobre la figura de Roy Cohn, consejero legal del senador McCarthy.El Globo era una revista seria, elegante y distinguida que no caía en la frivolidad y sensacionalismo en los que, en aras de la venta de ejemplares sea como sea, han caído las revistas de su género, y a las que en vida El Globo hizo la competencia, revistas que a pesar de catalogarse como sociopolíticas o de información general hablan ahora del cómo, cuándo y dónde retozan los españoles o desahogan otros vicios carnales y corporales, de un hipotético lenguaje o simbología de las glándulas mamarias de las mujeres o de las presuntas amantes de personajes de indiscutible fidelidad conyugal.

Es una pena que esquemas y secciones como el Test de la semana o el divertidísimo Bestiario hayan muerto con El Globo. Me gustaría pedir que EL PAÍS los resucitara en su suplemento dominical. Tengo entendido que la compañía que editaba El Globo era una filial de PRISA, la editora de EL PAÍS, así que no creo que hubiera ningún problema legal. Me gustaría que estudiaran esta sugerencia.

Para terminar quisiera señalar la curiosa circunstancia de que El Globo dedicara su último número antes de desaparecer a la figura de Jesucristo. Quizá El Globo, a diferencia de Jesús, no pueda resucitar, pero a lo mejor sí puede reencarnarse en algunas páginas del suplemento dominical de EL PAÍS. En cualquier caso, menos mal que nos queda EL PAÍS.-