Nueva prueba de fuego para la supervivencia de la Prensa surafricana
El ministro del Interior surafricano, Stoffel Botha, tendrá que tomar mañana una decisión importante: clavar o no otro clavo en el ataúd en el que se halla la libertad de Prensa en Suráfrica.
Mañana vence el plazo para decidir el futuro del periódico de Johanesburgo The Weekly Mail. La aprobación el año pasado de una serie de severas leyes sobre los medios de comunicación pretendió frenar el desarrollo de la llamada prensa alternativa, categoría en la que se incluyen publicaciones pequeñas como The Weekly Mail.
The Weekly Mail es el semanario más crítico de todos los que existen en Suráfrica. Hace dos semanas, el ministro del Interior dirigió a esta publicación una cuarta advertencia basándose en las leyes de emergencia y le acusó de haber azuzado "sentimientos de odio y hostilidad" contra las fuerzas de seguridad -incluidas las patrullas militares que vigilan los barrios de negros controlados- y de fomentar imágenes del silenciado Frente Democrático Unido y del Congreso Africano (PAC). La anterior advertencia a The Weeky Mail se hizo en mayo último.
De acuerdo a las vigentes leyes regulatorias, el ministro del Interior tiene poder para suspender la publicación de este semanario por un período de tres meses o de asignar un censor en el consejo editorial.
La suspensión supondría probablemente la desaparición de The Weekly Mail, que tiene actualmente unos 20.000 lectores, pero cuyos recursos recursos económicos son muy escasos.
[Dos personas de raza negra resultaron muertas y otras 29 heridas ayer por la mañana en el centro de la localidad surafricana de Witbank, 150 kilómetros al este de Johanesburgo, al hacer explosión un coche bomba estacionado frente a un centro comercial, informa France Presse.]
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