Ana Camargo
La sofisticación de cubrirse el cuerpo de pieles
Ana Camargo tiene 29 años y, aunque sólo lleva tres en el mundo del diseño en piel, su trabajo ha tenido gran aceptación en España y en importantes centros de moda, como Japón, Canadá y Londres. Se crió en Ubrique (Cádiz), en el taller de marroquinería de su padre, haciendo muñequitos con los recortes de piel, material con el que ha emprendido ahora una nueva aventura: la ropa interior. Son prendas atrevidas y refinadas en las que se mezclan los encajes, las lentejuelas y la piel en completa armonía.
Ana Camargo es la única mujer empresaria en Ubrique y cuando abrió su primer negocio de marroquinería y bolsos, a los 18 años, todos sus colegas empresarios se referían a ella con ironía. El hecho de que se creara la denominación de origen en Ubrique fue un apoyo para la novel empresaria. "Mi nombre sólo no era nada, pero ligado a Ubrique, dada la gran tradición que el pueblo tiene en los trabajos en piel, pude ir abriéndome paso en el mercado con una garantía de calidad. Sólo aquí se puede montar un negocio de estas características, porque las manos de los artesanos de Ubrique son insustituibles".A sus 15 años, Ana Camargo comenzó haciendo pequeñas alteraciones en los bolsos que se confeccionaban en el taller de su padre con la idea de modernizar los modelos. "El vivir en Ubrique me limitaba mucho, así que, aparte de pequeños cursos en Madrid, en Italia y algunos intercambios con diseñadores franceses, me ha formado el mundo en el que he ido a parar"
Ana confiesa tener una influencia andaluza muy arraigada en sus diseños, que ha suavizado levemente mediante sus contactos con diseñadores italianos y por medio de cursos en los que ha aprendido las técnicas del dibujo. "Mis diseñado res preferidos son los franceses Goltier y Lacroix, y los españoles Loewe y Elena Benarroch" afirma.
Ana está casada con un médico pediatra y tiene una niña de cinco años y un niño de tres. Es emprendedora, como sus antepasados los fenicios, aunque confiesa que el éxito le ha cogido por sorpresa y que ella "no ambicionaba subir tan rápido en el mundo del diseño". Ana define sus creaciones como una línea vanguardista con toques elegantes y muy femenina. Camargo se ha marcado como objetivo que la piel deje de ser una prenda clásica y pase a formar parte del armario como una prenda más.
La diseñadora considera que su éxito se debe, en parte, a que no hay mucha competencia en el campo de la piel y menos en cosas tan nuevas como pueden ser los bañadores, de hombre y mujer, la ropa interior o los sombreros.
Detrás de la firma Ana Camargo hay un equipo de 20 personas que pasarán a ser 40 a finales de año. Además de contar con 10 puntos de venta en España, sus productos se venden en exclusiva en 70 tiendas japonesas, en Canadá y en Londres.
"Introducirse en el mercado internacional de la moda no es nada fácil, y menos para una empresa española. Hemos tenido que hacer innumerables presentaciones", comenta Ana Camargo. Los diseños de esta gaditana han ido renovándose temporada tras temporada. "Para el año próximo voy a trabajar con ante cristalizado", añade, "confeccionaremos chalecos, gabardinas para hombre y mujer, e incluso bermudas de piel para los caballeros".
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