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Elección con intermediarios

Un órgano especial de 538 miembros designará sobre el papel al próximo presidente de EE UU

Los norteamericanos elegirán teóricamente su cuadragésimo primer presidente el día 8 de noviembre, primer martes después del primer lunes de noviembre, tal y como lo viene estableciendo el reglamento electoral desde que George Washington se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos, el 4 de febrero de 1789. Sin embargo, en la realidad, y de acuerdo con la norma constitucional, el próximo ocupante de la Casa Blanca no será anunciado oficialmente hasta que se pronuncie el Colegio Electoral, un organismo compuesto por 538 electores, en representación de los 50 Estados que componen la Unión más el Distrito de Columbia, que es al que corresponde la elección directa del presidente y del vicepresidente norteamericanos.

A veces, concretamente dos en el pasado, ha ocurrido que el candidato más favorecido por el voto popular no se ha convertido en presidente al no conseguir la mayoría de los sufragios emitidos por el Colegio Electoral.Los presidentes Benjamin Harrison, en el año 1888, y Rutherford B. Hayes, en 1876, fueron proclamados jefes del Estado a pesar de que ambos tuvieron votaciones minoritarias en las urnas, y otros dos presidentes, ambos padres de la patria, como Thomas Jefferson, en 1800, y John Quincy Adams, en 1824, tuvieron que ser nombrados por la Cámara de Representantes, al no haber obtenido la mayoría absoluta de los votos del Colegio Electoral.

El colegio electoral no celebrará su votación hasta el día tradicional, esto es, el primer lunes después del segundo miércoles de diciembre, que este año corresponde al día 19 de ese mes. Sólo entonces el candidato que consiga un mínimo de 270 votos electorales podrá considerarse presidente y vencedor de las elecciones.

Puede ocurrir, y de hecho ocurre muy a menudo, que el porcentaje obtenido por un candidato en la votación del Colegio Electoral sea muy superior al obtenido por el sistema indirecto del veredicto popular.

Por ejemplo, en 1968 Richard Nixon, con 301 votos electorales, fue proclamado presidente con el 56%. de los votos electorales, cuando sólo había sido votado por el 43,4%. de los populares. Jimmy Carter obtuvo el 55% del Colegio Electoral y cinco puntos menos en las urnas.

Reparto por Estados

Los miembros del Colegio Electoral son designados por cada partido en número igual a la cantidad de senadores y miembros de la Cámara de Representantes que tiene cada Estado, a los que hay que añadir tres en representación del Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital, Washington.Cada Estado, por escasa que sea su población, como, por ejemplo, Alaska y Utah, tiene una representación mínima de tres miembros en el Colegio Electoral. La máxima representación corresponde al Estado más poblado, California, que tiene 47 votos electorales, seguido por Nueva York, con 36, y Texas, con 29.

El sistema de asignación de estos votos electorales es simple y, como en el Reino Unido, tiende a primar al sistema de mayorías. Así, el candidato que obtiene el mayor número de votos populares en un Estado consigue todos los votos electorales de ese Estado.

En las presidenciales de 1988, el panorama que presentan las encuestas en torno a la distribución de los 538 votos del Colegio Electoral es todavía menos prometedor para el candidato demócrata, Michael Dukakis, que el del voto popular.

En las últimas cinco eleccciones presidenciales, 23 Estados, con un total de 202 votos electorales, han votado siempre a los republicanos. Lee Atwater, director de la campaña del candidato republicano, afirmó la semana pasada, y los analistas políticos más serios del país comparten su opinión, que, gracias al apoyo seguro de los Estados del sur y de los de las Montañas Rocosas, George Bush tiene ya asegurados más de 202 votos. Si esa cifra responde a la realidad, Bush tendría que ganar en sólo dos de los siete grandes Estados restantes, California, Nueva York, Pensilvanla, Illinois, Ohio, Michigan y Nueva Jersey, para asegurarse el triunfo. Mientras tanto, Dukakis necesitaría un triunfo en todos y cada uno de esos Estados. Una labor de gigante que la actuación del gobernador Dukakis en su último debate público con Bush, el pasado jueves, no la hace precisamente más fácil.

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