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PROCESO DE CONCENTRACIÓN BANCARIA

Los presidentes de Banesto y Central anunciaron el pago de un dividendo a cuenta de 80 pesetas por acción

EL PAÍS, Los accionistas de los bancos Central y Banesto recibieron ayer la noticia del reparto, con motivo de la fusión, de un dividendo a cuenta de 80 pesetas por acción. Ésa fue una de las escasas novedades de las juntas generales, que se celebraron sin sobresaltos, salvo la intervención de una representante de la familia Coca, que votó en contra de la operación. Los presidentes de ambos bancos, Mario Conde y Alfonso Escámez, tuvieron dos intervenciones muy diferentes. Mientras Conde se refería a la buena evolución de Banesto y a las razones para la fusión, Escámez detallaba la operación y sus ventajas para el accionista.

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La autorización por parte del Banco de España a los bancos Central y Banesto para repartir un dividendo a cuenta de 80 pesetas por acción -debió llegar a última hora, ya que no estaba incluido en los textos de las intervenciones de Escámez y Conde-, fue la principal novedad de unas juntas generales extraordinarias de trámite. Las negociaciones sobre los grandes temas de la fusión habían quedado cerradas en días pasados entre los grandes accionistas y anunciadas tras las reuniones de los respectívos consejos de administración. Por ello, los socios de ambas entidades se limitaron a recibir las últimas informaciones y aprobar, por aclamación, todas las propuestas presentadas por los consejos de administración.Disidentes

Tan sólo se levantaron dos voces disidentes, una en cada banco, que se mostraron opuestas a la fusión. En Banesto, María Teresa García Gascón Coca, en representación de la familia Coca, mostró su disconformidad con las propuestas de Mario Conde e hizo constar en acta su voto en contra, con el mandato de 381.321 acciones y 7.600 votos. En el Central, un accionista mostró igualmente sus disconformidad y su negativa, con 3.500 acciones, a la fusión.

La documentación entregada a los accionistas -parecida a la repartida en las juntas de fusión de los bancos de Bilbao y Vizcaya- incluía un Libro de la fusión, en el que se explican los detalles de la operación y las propuestas que se sometían a votacíon, así como los balances de fusión de ambos bancos con fecha 14 de octubre, y algunas informaciones adicionales. En los balances se reflejaba la equiparación del capital y reservas de ambos bancos -49.368 y 215.233 millones de pesetas- y se declaraban unos beneficios después de impuestos de 23.303 millones de pesetas en el Central y 22.326 en Banesto.

Los discursos de ambos presidentes fueron muy diferentes, aunque los dos coincidieron en calificar de histórica la fusión acordada. Mario Conde, en un tono menos agresivo y triunfalista que en sus intervenciones anteriores, explicó la marcha de Banesto en lo que va de año, ayudándose de diapositivas, y enunció las razones de la fusión. A este respecto, Conde habló de razones comerciales y económicas y destacó la solidez patrimonial del banco resultantes, el BECC y su posicionamiento en los mercados internacionales. Entre la

prioridades estratégicas de la nueva entidad, el copresidente y consejero delegado anunció "el desarrollo de un proceso de internacionalización selectiva, la diversificación efectiva del universo de clientes y la aplicación continuada de tecnología de punta". Conde descartó reducciones traumáticas de plantillas y concluyó pidiendo la aprobación y el apoyo "para un proyecto apasionante y unico del que tanto Banesto como el Banco Central saldrán fortalecidos".

Alfonso Escámez, aunque dedicó también buena parte de su intervención a glosar las ventajas de la fusión -también la calificó de histórica-, fue más concreto en la explicación de los detalles de la operación y sus ventajas para los accionistas. "El accionista del Banco Central", dijo Escamez, "con la operación de fusión con Banesto, canjeando sus acciones por las del nuevo banco en la proporción de una por una del mismo valor nominal, tendrá muchas más ventajas en patrimonio y rentabilidad para sus acciones, que si la fusión no se realizara". Recordó las ampliaciones de capital sucesivas -tres por banco- que han tenido que realizar el Central y Banesto para igualar sus fondos propios, y defendió el sistema empleado de emitir nuevas acciones, frente al aumento de nominal realizado por otras entidades.

Escámez dedicó una atención especial a la afloración de plusvalías realizadas por ambos bancos y a las ventajas fiscales de la operación, negociadas con Hacienda. El presidente del Banco Central concluyó su intervención pidiendo el voto favorable para la operación "de la que sus accionistas serán los más directos beneficiarios".

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