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La bicha

Rosa Montero

Una sentencia de la Audiencia de Barcelona, confirmada ahora por el Supremo, ha absuelto a cinco acusados de violación. La sentencia, abracadabrante y enjundiosa, dice que para admitir que existe violación, la víctima ha de demostrar la necesaria resistencia, que debe ser, real, continua, seria y verdadera, no convencional, fingida o simulada". En el caso que nos ocupa,, la mujer, casada y con una niña, explicó que fue amenazada con navajas por los cinco hombres antes de ser forzada por todos ellos., Pero se ve que no opuso la debida resistencia; esto es, no ofreció la yugular al degollamiento para ganarse la palma del martirio. 0 te comportas como santa María Goretti o eres un zorrón que te lo tienes todo merecido.Ya lo dicen las responsables de la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas: "Si rascas un poco aparece toda la permisividad social que existe ante este crimen". Ellas saben bien el calvario añadido que normalmente soportan las víctimas, sobre todo si el violador es un vecino del barrio, un conocido. Porque en ese caso la gente culpabiliza siempre a la mujer: algo habrá hecho, habrá meneado las ancas provocativamente, su vida en realidad era algo turbia. Cuentan las de la asociación casos "verdaderamente terroríficos". Barriadas de lujo madrileñas en las que el párroco encabeza una carta al juez criticando las costumbres liberales de la víctima y pidiendo la excarcelación de los violadores, hijos de gente bien y tan estupendos muchachos todos ellos. 0 barrios obreros y fronterizos en donde la denunciante es perseguida y amenazada por el clan del denunciado: "Hay por aquí una puta a la que voy, a rajar", dijo en público hace poco el padre de un violador a una violada. Y luego, en fin, siempre puede suceder que la Audiencia de Barcelona, por ejemplo, estime que una supuesta y quíntuple violación no está probada. Las víctimas de este tipo de asaltos han de luchar no sólo contra el trauma físico y psíquico, sino tambien contra el machismo primordial del subconsciente. Contra el desprecio social. Contra la bicha.

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