Los forenses que aseguran que Escobedo fue asesinado no examinaron las vísceras
Los dos médicos forenses y el anatomopatólogo que han realizado un informe en el que concluyen que Rafael Escobedo fue envenenado y posteriormente colgado de una sábana hicieron su estudio basándose en la documentación que les entregó Marcos García Montes, ahogado de Escobedo. El letrado aseguró ayer que estaba a la espera de recibir tal dictamen. El forense José Antonio García Andrade dijo que su estudio había sido hecho "con gran rigor y en interés de la justicia".
La juez de instrucción sustituta de Santoña, Mercedes Sancha Saiz, de 29 años, natural de Madrid, mostró ayer su estupor ante algunas informaciones periodísticas según las cuales se había practicado una segunda autopsia al cadáver de Rafael Escobedo.Sancha aseguró: "Yo no lo he dispuesto y soy quien tiene que hacerlo; precisamente esta misma semana he dictado un auto denegando la exhumación del cadáver para verificar una segunda autopsia que había solicitado Matías Antolín -amigo de Escobedo-, quien presentó una querella criminal a título privado. El auto no es firme y podrá ser recurrido", según informa Jesús Delgado.
Sancha Saiz ratificó la aceptación de las conclusiones a que llegó la forense de Santoña, Gabriela González Pardo, quien practicó la autopsia al cadáver el 27 de julio pasado, en presencia del juez José Antonio Alonso a lo largo de cuatro horas, poco después del levantamiento en la celda que Escobedo ocupaba en El Dueso. "En principio, sigo creyendo", dijo ayer la juez, "que su trabajo se realizó de forma responsable y correcta".
Fernando Andreu, durante unos días juez de instrucción en Santoña, a quien, desde el día primero de octubre, sustituye Mercedes Sancha, dictó un auto señalando la necesidad de un informe pericial sobre la autopsia, que la forense aún no ha incorporado al sumario. La juez dijo asimismo que en su investigación examina todas las hipótesis y no se quiso pronunciar cuando se le requirió sobre si entre ellas figura también el asesinato.
El juzgado de Santoña, donde se niega credibilidad a las tesis del abogado de Escobedo, no ha solicitado ningún informe complementario. Su titular manifestó sus dudas acerca de que los autores del informe que ayer trascendió a la prensa hubieran podido acceder a las vísceras del cadáver.
En su día la forense González Pardo estimó que la muerte Escobedo había sobrevenido a causa de la asfixia por su ahorcamiento.
16 miligramos de cianuro fue hallados posteriormente en pulmones de Escobedo por toxicólogos del Instituto Nacional. La dosis mortal de cianuro se estima en 50 miligramos en el adulto y 200 cuando se trata de cianuro potásico o sódico (el cianuro se suele emplear para cortar heroína).
El abogado Marcos García antes declaró ayer que hace 10 años encargó un estudio sobre la muerte de Escobedo al forense García Andrade, quien lo hizo en elaboración con los doctores Jimenez Cubero y Pérez Folguera. Según el letrado, les entregó fotocopia de los dictámenes de autopsia, de Toxicología y el historial clínico existente en la prisión.
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