1989, un año crucial

El hecho de que España, la primera mitad del año, y Francia, la segunda, vayan a ocupar sucesivamente durante 1989 la presidencia de la Comunidad Europea concede especial relevancia a este cuarto seminario interministerial, ayer clausurado en León. Los ministros de Exteriores de las dos naciones vecinas hicieron ayer público un comunicado destacando que España y Francia "continuarán su estrecha coordinación, desde ahora y durante todo 1989, sobre todas las materias para asegurar la plena eficacia del quehacer comunitario a lo largo de las dos presidencias consecutivas".De la misma manera, la próxima cumbre del 23 y 24 de noviembre, que reunirá en la capital francesa a Felipe González con François Mitterrand y Michel Rocard, tendrá, por las mismas razones, una relevancia superior a la de otros encuentros entre los jefes de Gobierno de los dos países.

En esta cumbre, dijo ayer el ministro español de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, "se prestará especial atención a las cuestiones culturales, de educación e investigación". Los ministros de Cultura y Educación estuvieron ausentes del seminario de León.

Los dos titulares de Asuntos Exteriores abordaron en León los principales asuntos comunitarios, desde la petición de nuevas adhesiones (Austria, Turquía, tal vez Noruega) hasta la renovación del acuerdo de Lome o las negociaciones de la Ronda Uruguay.

Cuestión esencial de ambas presidencias de la CE será el proyecto de unificación monetaria europea (en el Consejo Europeo de Madrid, a finales de junio, se presentará ya un primer informe elaborado por el grupo de sabios). Igualmente, tanto España como Francia se muestran de acuerdo, contra las tesis británicas, en la ampliación del llamado espacio social europeo y de la Europa de los ciudadanos.

La armonización en materia de fiscalidad del ahorro y el estudio de los diversos capítulos del llamado Libro blanco de mercado interior fueron temas a los que se pasó revista en los encuentros de los dos titulares de Exteriores y de los respectivos secretarios de Estado para las Relaciones con Europa.

Una fuente española desmintió ayer que la presidencia española de la CE trate de "allanar el camino" para facilitar la brillantez de la presidencia francesa: "Se trata de que ambas presidencias sean igualmente fecundas y faciliten el tránsito hacia la unión europea y el mercado único en 1992", dijo.