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LA 'CUMBRE' HISPANO-FRANCESA

España y Francia anuncian mejoras para luchar contra ETA, aunque persisten diferencias en la cooperación

Con una "cierta falta de acuerdo" respecto a los métodos y plazos de la cooperación antiterrorista, los ministros del Interior de España y Francia terminaron ayer en León siete horas de reuniones en el marco del seminario hispano-francés que ha reunido en esta ciudad a 18 ministros o secretarios de Estado de ambos países. Pese a las declaraciones oficiales, que destacan la adopción de nuevas medidas por ambas partes para luchar contra ETA, y que no han sido reveladas, según el ministro José Luis Corcuera, para no restarles eficacia, la impresión reinante es que se han producido discrepancias.

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La política del nuevo Gobierno socialista francés en este campo parece poco propicia a la adopción de las medidas espectaculares que reclama España. Aunque el ministro francés del Interior declaró recientemente en la emisora Europa Número 1 que era Madrid quien no deseaba la reanudación de las expulsiones de etarras por el procedimiento de urgencia absoluta, fuentes francesas destacaron que el margen de maniobra del ministro del Interior no es muy amplio ante la política del "paso a paso", que parece imponerse en esta nueva etapa. Las mismas fuentes volvieron a recordar la vieja argumentación de que el "problema vasco" es fundamentalmente español, y pusieron como ejemplo que el comando Madrid no está refugiado en Francia.La fallida actuación policial en Biarritz y Bayona no desmiente las divergencias políticas en cuanto a ritmo y forma de la lucha antiterrorista puesto que según fuentes de ambos países la voluntad de cooperación existe. Sin embargo, la forma en que se desarrolló la actuación policial parece más encaminada a buscar una imagen de eficacia que apoyase el seminario hispano-francés de León más que a lograr una efectividad real.

En la conferencia de prensa con que se cerró este cuarto seminario hispano-francés, Joxe dijo comprender el interés que existe en España ante la posibilidad de que se produzcan medidas espectaculares, pero resaltó que ambos gobiernos hace ya mucho tiempo que cooperan en medidas para la seguridad de Francia y de España. Precisó también que él actuaba con decisiones "a corto y largo plazo", y se mostró sorprendido por la expectación causada por la presencia en León, por primera vez, de los ministros del Interior. "Mi presencia tiene importancia en el tiempo, no en el instante", señaló.

En la misma conferencia de prensa, el ministro del Interior español, José Luis Corcuera, se negó a revelar las medidas concretas adoptadas para luchar contra el terrorismo, con objeto de no restarles eficacia; aclaró que no se había hablado sólo de ETA y dijo que "no hemos hablado de otro tipo de diálogos", en referencia a la negociación con la organización terrorista.

La sensación dominante en la delegación española es que la cooperación antiterrorista sufre un retroceso en relación a la etapa del Gobierno conservador de Jacques Chirac y de su ministro del Interior, Charles Pasqua, pese a que los socialistas franceses han renunciado a su promesa electoral de abrogar la ley del 9 de septiembre de 1986, que confía a la autoridad administrativa la capacidad de decidir la expulsión de los extranjeros.

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Control de la emigración

París, sin embargo, parece guardar esta ley como un arma en un momento en que la libre circulación de personas, el control de la emigración y del tráfico de drogas van a ser asuntos prioritarios en la CE, como ya han demostrado las preocupaciones francesas en este seminario.En el capítulo de Defensa, los ministros Narcís Serra y Jean Pierre Chevenement señalaron que la propuesta "técnica" sobre la participación o no de España en el avión de combate francés Rafale "está preparada" para que se adopte la decisión política, que les sobrepasa a ambos. Todo parece indicar que España se inclinará por el proyecto de avión de combate europeo (EFA), en detrimento del programa francés, que el propio Rocard calificó de "arrogante" antes de ser primer ministro. Ambos ministros subrayaron que las decisiones en este terreno "deben pensarse más en su relación con la construcción de una industria europea que en lo que afecta a intereses nacionales a corto plazo".

Serra y Chevenement trataron también de la sucesión en la presidencia del Grupo Europeo Independiente de Programas y de la cooperación aeronáutica (adquisición por Francia del avión CASA-235) y naval. La posible opción española por el EFA podría ser compensada con la adjudicación a la empresa francesa Alsthom del tren de alta velocidad Madrid-Sevilla, según una fuente del Ministerio de Industria.

El conflictivo problema pesquero se encaró, según la información oficial, con el establecimiento de "un calendario y un procedimiento común para regular los asuntos pendientes" en el marco de la Europa azul. No obstante, no hay ninguna referencia explícita al problema de la utilización por los pescadores franceses de redes pelágicas en el golfo de Vizcaya, lo que provocó enfrentamientos el pasado verano.

Ninguno de los acuerdos adoptados en el seminario afecta a la globalidad de las relaciones entre los dos países porque, como explicó una fuente diplomática francesa, "ya se ha superado esa etapa y se ha entrado en otra más avanzada, la de los acuerdos puntuales". La reunión terminó con un almuerzo, ofrecido por la Diputación de León.

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