Detenido un directivo de la cárcel de Málaga por 'vender' libertades condicionales
Un jefe de servicios de la prisión de Málaga, Salvador Cebrián García, fue encarcelado ayer por un presunto delito de cohecho, según confirmó el Ministerio de Justicia. Cebrián García, de 30 años de edad, gestionaba trato de favor para los presos y su libertad condicional a cambio de dinero. Su detención se produjo en la tarde del miércoles tras una investigación policial realizada a instancia de la dirección de la cárcel.El funcionario fue puesto a disposición del juez de Instrucción número 1 de la capital, Fernando González Zubieta, que ordenó su ingreso en prisión en la madrugada del jueves.
Según fuentes de Instituciones Penitenciarias, la dirección de la prisión malagueña advirtió determinadas irregularidades en el comportamiento de Cebrián García. Como consecuencia, se realizó un seguimiento de la actuación del funcionario, que incrementó la sospecha de que pudiera estar involucrado en un presunto delito de cohecho.
La dirección de la cárcel comunicó sus sospechas a la policía, que hace un mes inició la investigación. Fuentes próximas a ésta indican que el funcionario mantenía contactos con familiares de presos fuera del recinto penitenciario y que existen declaraciones de algunos de estos familiares que lo acusan de que ofrecía un trato de favor o gestionaba la libertad provisional de presos a cambio de sumas de dinero bastante elevadas en algunos casos.
Fuentes del juzgado confirman que ciertamente la investigación se inició a requerimiento de la prisión, ya que el caso entró en el juzgado mediante un atestado ordinario de la policía, y no están representados en él ni abogados ni el ministerio fiscal.
La prisión provincial de Málaga, de carácter preventivo, es una de las más masificadas de España, con una población media de 700 reclusos para una capacidad máxima de 300. El edificio fue construido en 1920.
La infraestructura es completamente deficiente, lo que hace imposible cumplir la normativa sobre clasificación de reclusos, extremo éste reconocido por la propia Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Fuentes próximas al centro opinaron que en estas circunstancias "totalmente tercermundistas" no son extraños los intentos de tener un trato de favor.
Las obras del nuevo centro penitenciario, que debe estar terminado en unos meses, se han retrasado varios años por la oposición del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre y de numerosos vecinos a que se construyera en su término municipal.
