Condenado a siete años el dueño de un bar que mató a un joven que le amenazó con una silla

La Audiencia de Barcelona ha condenado a siete años de prisión a Ildefonso Mariano Fuerte Amézcua, propietario del bar EI Túnel, de Badalona, por la muerte del joven Samuel Soriano, ocurrida, el 21 de junio de 1987 después de mantener una discusión por la rotura de una copa. El tribunal ha considerado que el procesa do es culpable de un delito de homicidio, aunque ha rebajado la pena al aplicar la eximente incompleta de legítima defensa.

Samuel Soriano y un amigo de éste, Julio Bolívar, acudieron al bar El Túnel de Badalona para tomar unas consumiciones en la madrugada del 21 de junio de 1987. El incidente se inició a raíz de la rotura involuntaria de una copa, hecho que alteró al procesado y que provocó una discusión entre éste y los jóvenes. El acusado optó por dirigirse a una dependencia interior del bar y coger una escopeta de su propiedad. Soriano, que ya se disponía a salir del local, cogió un taburete del establecimiento al ver que el dueño regresaba armado con una escopeta. La sentencia señala que en ese momento el procesado efectuó un disparo contra Soriano, del que le separaba una distancia aproximada de dos metros.El tribunal ha entendido que la actitud del procesado fue de Iegítima defensa" y por este motivo ha aplicado la eximente incompleta. "La reiterada actitud airada de los jóvenes en el gesto y las palabras que precedieron al momento final -en referencia al disparo efectuado por el acusado- constituyeron", argumenta la sentencia, "una agresión no legítima en la persona del procesado, aunque la agresión no llegara a materializarse".

En la sentencia se reconoce que el medio empleado por el acusado ante una posible agresión fue "totalmente desproporcionado". El tribunal ha estimado "falto de necesidad racional" el hecho de que el procesado se armara de una escopeta y disparara a corta distancia ante "el peligro de que se arrojara contra él un taburete". El fallo también impone el pago de una indenmización de seis millones de pesetas a los padres del joven fallecido.

Josefa Alarcón, madre del fallecido, manifestó ayer su disconfornúdad por la condena impuesta. "Siete años es poca pena por matar a un hombre que no iba armado y estaba completamente indefenso", precisó.