La importancia de los plazos
Los nervios, y los recortes que suelen acompañarlos, podían deteriorar demasiado los precios; y la voluntad de no ceder necesitaba algún tipo de apoyo, que llegó a mitad de sesión. Fue la mejora de una docena de valores industriales, entre los que no faltaban algunas químicas, lo que consiguió dar la impresión de que el mercado podía resistir.El volumen negociado en casi todos los corros había sido bastante bajo, pero a los cambios más bajos los compradores estaban esperando. Gracias a esa demanda subyacente, el papel se absorbió bien desde el primer momento; ése era un indicio de que el ambiente no estaba tan mal. Y a este elemento hay que sumar el efecto del mercado a crédito.
Los nervios del día anterior habían engordado el volumen de valores vendidos a crédito, y la calma posterior aceleró la cancelación de muchas operaciones en este sentido. Así, un método para aumentar los beneficios del negocio a corto plazo sirve para aminorar cualquier variación cuando lo que está claro es la ausencia de una tendencia definida.
El corto plazo se había enfrentado con el peligro de una cesión antes de que la próxima noticia -no descontada- pueda marcar un cambio de rumbo. Ese peligro choca con la posibilidad de que algunos valores industriales, así como un pequeño grupo de bancos en proceso de fusiones y operaciones similares, puedan frenar una caída que sólo las grandes carteras podrían desear. Pues que esperen, y en el ínterin se pueden ganar algunos duros. La tendencia, sea o no alcista, es la mejor aliada del mercado; si falta, hay que diseñarla con elementos propios.
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