Ibermer gestionará la venta de los bienes de los Coca con un plazo máximo de 10 meses
La empresa Ibermer, uno de los principales operadores del mercado financiero español y en la que participa Enrique Sarasola, ha recibido el encargo de la familia Coca para abordar la venta de los bienes inmobiliarlos que los herederos del banquero fallecido poseen en Marbella: el hotel Los Monteros, la clínica Incosol y el campo de golf Río Real. Estas propiedades han servido de garantía hipotecaria en el crédito puente de 12.000 millones concedido por el Banco Santander y que ha permitido zanjar el contencioso entre los Coca y Banesto.
Según los acuerdos alcanzados a mediados de este mes, Ibermer dispone de un plazo de diez meses, hasta el 13 de julio del próximo año, para llegar a un acuerdo de venta. En la actualidad existen negociaciones con grupos japoneses y británicos. Si estos contactos -u otros que puedan establecerse en dicho período-, no prosperan, los bienes podrán ser adquiridos por Prima Inmobiliaria, la sociedad perteneciente al grupo KIO, que dispone de una opción de compra condicionada y que puede ser ejercitada en los cinco meses siguientes; esto es, desde el 13 de julio próximo al 13 de enero de 1990. Prima Inmobiliaria pagaría al Banco Santander el principal del citado préstamo junto a los intereses, fijados por encima del 16%, más una comisión de apertura del 1,5%. El plazo de amortización es de un año, si bien la escritura del préstamo contempla la amortización anticipada al sexto mes con un reembolso mínim o de 6.000 millones de pesetas.La intervención del Banco Santander como agente financiero de la operación fue posibilitada por la mediación de Ibermer, y más concretamente, de su presidente, Álvaro Álvarez Alonso. El crédito fue firmado el pasado 13 de septiembre y se gestionó con carácter de urgencia en un tiempo récord de cuatro días, dado el interés de la familia Coca en cerrar el contencioso con Banesto antes de que venciera la fecha límite, fijada el 14 de septiembre. A fin de cuentas, el crédito puente sirvió para que la familia Coca no tuviera que pedir a Banesto una prórroga de última hora, de tal suerte que el pago convenido fue abonado un día antes del plazo límite. Tras los problemas que han caracterizado las relaciones entre ambas parte, los herederos del banquero fallecido querían evitar a toda costa dicha eventualidad.
El papel de KIO
Ibermer intercedió además ante Prima Inmobiliaria y los responsables de KIO en España para que aseguraran el aval que el Banco Santander solicitaba a la familia Coca. Dicho aval, aprobado por Javier de la Rosa, está repartido con carácter solidario entre otras dos filiales de Prima, como son Urbanor, propietaria de las torres de la Plaza Castilla e Inmosuiza, cuyo único activo es la Torre Negra de Azca, actual sede del Banco Santander.
Como contrapartida por el mencionado aval, Prima dispone de la citada opción de compra que solamente tomaría carta de naturaleza si Ibermer no consigue vender los bienes en el plazo de los diez próximos meses. En el fondo, esta es la gran paradoja del acuerdo a tres bandas entre los Coca, el Banco Santander y Prima Inmobiliaria, ya que para esta última empresa la rentabilidad de la operación depende exclusivamente delfracaso de Ibermer en las negociaciones de venta de las propiedades de Marbella. No en vano las valoraciones realizadas sobre el citado patrimonio inmobiliario superan el importe de los 12.000 millones. Sí los bienes se venden a un tercero, KIO tendrá que conformarse con una comisión por aval, fijada en 450 millones de pesetas, pero que se compensa con el pago de 360 millones que, según fuentes vinculadas al grupo kuwaití, ha realizado ya Prima Inmobiliaria en concepto de tramitación del crédito.
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