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Reportaje:

A la radio se le cruzan los cables

Los programas con participación de los oyentes, un escaparate del mal funcionamiento de los teléfonos

Marcar el 091 y obtener la información meteorológica en vez de la comunicación con la policía puede ser realmente frustrante. "Queríamos tratar el tema de las violaciones y recurrimos al 091 para recabar información. Nuestra sorpresa fue grande cuando al marcar el 091 tres veces consecutivas, y tres personas distintas, pudimos oír la información meteorológica". Lo cuenta Miguel Ángel Nieto, director del programa radiofónico Viva la gente, de Antena 3 de Madrid. Líneas telefónicas saturadas y sucias, con cruces, ruidos, pitidos, timbres, interferencias, son algunas de las dificultades de los responsables de los programas de radio basados en llamadas de los oyentes.

"Tenemos problemas a menudo, las líneas no funcionan, son de muy mala calidad", dice Anselm Roig, productor de La bisagra, de Radio Nacional de Barcelona, programa en el que se debate a diario un tema de actualidad y en el que los oyentes tienen el papel principal. "Tenemos, como en casi todas las emisoras, un sistema, que consiste en anotar el teléfono de la gente que llama, y para que no paguen ellos marcamos nosotros. Pues bien, cuando vamos a llamarles, es prácticamente imposible, porque o bien no hay línea o salta el número". "Hay que armarse de paciencia".A los cruces de líneas se unen los ruiditos, los pitidos, los timbres. "El oyente quizá no valore la mala calidad del sonido", explica Anselm Roig, "porque en realidad lo que le preocupa es el contenido, pero los que hacemos el programa lo pasamos muy mal. A los oyentes, que son nuestros mejores invitados, les hacemos reflexionar sobre el tema de debate, les ofrecemos argumentos en su contra para que se produzca el chispazo, y claro, cuando no les oyes, cuando casi tienes que adivinar lo que están diciendo, el trabajo se hace muy difícil".

Un matrimonio discute

"El problema es lo dificil que es comunicarte con la gente por teléfono. Tardas en conseguir línea porque la red está saturada", dice Miguel Ángel Nieto, presentador y director de Viva la gente, de Antena 3 de Madrid. "Nuestro mayor riesgo al trabajar con el teléfono es el cruce de líneas en antena. Varias veces se nos han cruzado en medio de una entrevista conversaciones particulares. Hace poco se pudo oír claramente en antena la discusión de un matrimonio, originada porque el marido llamaba a su mujer para decirle que no iba a ir a comer".Miguel Ángel Nieto continúa: "El pasado día 9, en nuestro espacio A quien corresponda, en el que los oyentes llaman para expresar sus quejas, nos telefoneó desesperado el director de la clínica de urgencia Santamarta, de Majadahonda (Madrid), porque, al parecer, los empleados de la empresa Sintel, auxiliar de Telefónica, habían tocado los cajetines de la central y habían cambiado los teléfonos de 20 vecinos. Como consecuencia, la clínica se había quedado sin su teléfono y un particular sufría todas las llamadas que demandaban un médico. Nosotros pusimos en contacto por teléfono transmitiendo en directo, al director de la clínica, señor Santamarta, con el subdirector de la central de Telefónica de su zona. Como todos los responsables de la compañía, se disculpó y dio la razón al perjudicado. 'Es lamentable, es lamentable', dijo. 'Realmente no tomamos conciencia de la gravedad de estas averías hasta que ustedes nos lo transmiten'. En ese momento la comunicación se cortó y ya no pudimos volver a contactar con él durante el programa. El subdirector de la central pudo así constatar lo que nos ocurre a diario".

Javier Astasio, jefe de redacción del programa Hoy por hoy, de la Cadena SER, se queja así: "Tenemos verdaderas dificultades para comunicar con Barcelona y Sevilla, ciudades con las que mantenemos un contacto habitual. Desde las 8.30 de la mañana hasta las doce se tarda más de 10 minutos en comunicar con Sevilla. Además, las conversaciones telefónicas se cortan mientras estamos en antena y tienen toda una serie de interferencias extrañas".

Alfonso Sánchez, director de Los deportes, de Radio España de Madrid, pone de relieve una paradoja que conocen muchos usuarios: "Resulta curioso, pero se oyen mejor las comunicaciones telefónicas con Seúl, lugar con el que hablamos a diario con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos, que cuando un oyente nos llama desde Alcorcón, un pueblo tan cercano a Madrid". "El principal problema que tenemos es el sonido, las líneas son bastante sucias, hay ruidos, interferencias, cruces, no hay nitidez. Sin embargo, en las llamadas internacionales el sonido es casi perfecto".

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"Además, choca que en el transcurso de nuestro programa, de ocho a nueve de la tarde, sea dificil comunicar con Sevilla por saturación de líneas. Falla la infraestuctura".

Es un problema de los programas radiofánicos. Pero al menos sirve como escaparate de la angustia de miles de ciudadanos que también mantienen cruzados los dedos míentras aguardan que no se les crucen los cables.

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