Moderación tras la espera
El mercado de valores descontó ayer los excesos del día anterior. Se esperaba que las caídas se generalizaran en todos los grupos y así ocurrió. No obstante, la ponderación de una tasa de inflación que impide terminar el año con el 3% anunciado no provocó grandes descalabros. Después del optimismo de la espera, la corrección era obligada. Sin embargo, ninguno de los dos comportamientos estuvo acompañado por un volumen de negocio que diera peso a la decisión.
Si el optimismo de la espera rozó, en cuanto al volumen de contratación se refiere, el mínimo anual, los recortes posteriores no recibieron la compañía de una contratación muy superior. El mayor peligro para la evolución de este mercado radica en la posibilidad de que ayer comenzara una nueva etapa de goteos a la baja, que los inversores continúen al margen y el mercado siga sin recibir el apoyo de dinero fresco.
Una caída fuerte podría haber servido de revulsivo y podría haber animado también a algunas de las carteras institucionales que han optado por la liquidez remunerada. Con los goteos, sobre todo si están acompañados de una negociación estrecha, las apuestas son más arriesgadas, pues siempre cabe la posibilidad de quedar enganchado a un precio que parecía atractivo.
La inhibición de los compradores y la cautela de los vendedores eligió la moderación. Ahora queda esperar a las próximas noticias, y en concreto, ver cómo evolucionarán los tipos de interés. Si se mantienen los goteos, puede quedar en entredicho la resistencia de los soportes del índice general, aunque en las últimas semanas se haya negado a perder el 275%
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