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El Gobierno puede revisar al 4% el IPC para este año

La inflación subyacente española arrojará este año una media del 5%, aunque para los próximos meses tiende a desacelerarse, según expuso ayer en Santander Antoni Espasa, economista jefe del servicio de estudios del Banco de España. El resultado quedaría dos puntos por encima del primer objetivo oficial de aumento acumulado del índice de precios al consumo (IPC) para 1988, que el Gobierno podría revisar en los próximos días hasta situarlo en torno al 4% tras las tensiones sufridas en lo que va de año.

Sin referirse en ningún momento a las perspectivas del IPC de agosto, cuya publicación oficial se anuncia para el lunes próximo, Espasa dijo que la mejor forma de analizar la marcha de la inflación sin incurrir en sobresaltos injustificados consiste en prescindir de la energía y de los productos alimenticios no elaborados, porque en unos meses muestran alzas o bajas que suelen resultar neutralizadas poco después.Sobre estas bases, el introductor del concepto de inflación subyacente en la economía española afirmó que este núcleo inflacionista -el índice de servicios y bienes elaborados no energéticos, formado por el 77% del IPC- se moverá durante 1988 a una tasa media anual del 4,5% al 5,5%, para terminar el ejercicio en torno al 5% de promedio, a la vista de que las expectativas para los próximos meses apuntan hacia una ligera desaceleración.

Rebrote de los precios

Si se confirman tales pronósticos, durante 1988 la economía española apenas habrá logrado moderar sus tendencias inflacionistas, después de la gran mejora registrada en 1986, a pesar de la entrada en vigor del IVA y del más moderado avance de 1987. Pero como en otros países industrializados se asiste a un rebrote de los precios, el diferencial español se reducirá todavía ligeramente, hasta quedar en un punto por encima de la media de la Comunidad Europea. En efecto, durante el último año, la República Federal de Alemania ha aumentado su inflación casi dos puntos y muestra todavía tendencia al alza; Francia la ha desacelerado en los últimos meses, aunque vuelve a registrar peores expectativas, e Italia ofrece una desaceleración con perspectivas de mejora, mientras en Portugal se asiste a una consolidación de sus importantes reducciones de los precios en los últimos años.En España, la marcha global de la evolución subyacente ofrece, sin embargo, cierta disparidad entre los tres principales grupos de productos: en tanto que los alimentos no elaborados han registrado hasta finales de julio aumentos inferiores al 3%, los industriales se han desacelerado, y los precios de los servicios están estabilizados en cotas próximas al 7% de aumento anual.

Los estudios sobre la respuesta del IPC a las alzas de precios industriales señalan que hasta un 40% de las mismas es repercutido en el primer mes, mientras que en los productos alimenticios sólo un 30% de las oscilaciones de los precios percibidos por los agricultores se manifiesta tan rápidamente en el IPC, y el resto tarda cuatro o cinco meses en repercutirse.

En el mismo curso, José Pérez, subdirector general del Banco de España, explicó que los cambios registrados durante los últimos años en la instrumentación de la política monetaria han derivado en una mayor inflexibilidad de las familias y empresas hacia los impulsos procedentes de los agregados monetarios.

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