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UGT y CC OO se pronuncian a favor de la unidad de acción frente a Gobierno y empresarios

Unos 3.000 delegados sindicales de todas las ramas de la producción en Cataluña se reunieron ayer por primera vez en Barcelona en un acto unitario en el que intervinieron el secretario general de CC OO Gutiérrez, y el miembro de la ejecutiva federal de UGT Apolinar Rodríguez, entre otros. Todos los oradores se pronunciaron a favor de la unidad de acción sindical y criticaron la política del Gobierno y la pretensión empresarial de flexibilizar el mercado de trabajo. Ambas centrales se reunirán la próxima semana para proponer la concertación social en Cataluña, mientras que UGT estudiará unirse a la convocatoria de huelga de la construcción en toda España hecha por Comisiones Obreras.

"Estamos unidos, aunque cada uno con su propia identidad", afirmó en un momento de su intervención José Luis López Bulla, secretario general de CC OO en Cataluña, "unidos a mejor", remachó, y un espontáneo se arrancó entre el público: "Eso es lo bueno", lo que rápidamente se tradujo en aplausos. Ese fue el clima general de la primera asamblea unitaria celebrada por ambos sindicatos en la que se hizo patente un tono de euforia por la "gran victoria de la clase obrera que es el arbitraje de la construcción" según la expresión utilizada por oradores de ambos sindicatos.

Lucha de clases

Quienes intervinieron, Paco Muñoz y Manuel Valero, secretarios generales de la construcción y la madera de CC OO y UGT, respectivamente, así como los secretarios generales de Cataluña de ambas centrales, López Bulla y Justo Domínguez, junto a Antonio Gutiérrez y Apolinar Rodríguez, coincidieron en varios puntos que, enunciados por orden de aparición en la asamblea, son: el arbitraje de la construcción es un triunfo de los trabajadores en el contenido, pero una amenaza en la forma para la negociación colectiva futura; resulta inaceptable el plan de empleo juvenil (PEJ), diseñado por el Gobierno ya que su objetivo no es la creación de nuevos empleos sino la destrucción de los contratos fijos; el acuerdo Gobierno-CSIF sobre salarios de los funcionarios es papel mojado por no contar con los dos sindicatos que, juntos, son mayoritarios en el sector; el Gobierno está realizando una política económica y laboral al servicio del la gran banca y el conjunto de la patronal e intentando debilitar la acción sindical; la Generalitat de Cataluña debe abandonar su política de inhibición en materia de empleo ya que dispone de elementos para incidir en la creación de nuevos puestos de trabajo.Además de estos puntos, otros dos convocaron coincidencias: la afirmación, reiterada de que "la lucha de clases no ha muerto", con la asamblea como ejemplo de supervivencia y la insistencia en que "hay que seguir por el camino de la unidad".

La asamblea conoció su momento más apoteósico cuando fue leído un comunicado de solidaridad con Chile, aclamado por los delegados puestos en pie y coreando consignas a favor del no y contra el general Pinochet y tuvo los más relajados durante la intervención de López Bulla quien calificó al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol de "irresponsable, cateto y provinciano", además de afirmar que actúa como intermediario para "vender Cataluña a unas multinacionales que no crean empleo y sólo especulan". El resto de los oradores también criticó la pasividad de la Generalitat en política de empleo.

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