Un reinsertado con miedo a las represalias

Jesús Teodoro Aramendia Bengoetxea, el camionero condenado a seis años de cárcel por trasladar al comando de ETA que secuestró a Diego Prado y Colón de Carvajal en marzo de 1983, se acogió a las medidas de reinserción, por lo que fue excarcelado de la prisión alavesa de Nanclares de la Oca antes de finalizar su condena.Aramendia Bengoetxea manifestó a este periódico en diciembre de 1985, antes de ser reinsertado, que le propusieron "trasladar al comando a Madrid". "Les dije que sí, también por un poco de miedo; nunca sabes lo que puede hacer esa gente", agregó.

El colaborador de ETA se mostró entonces partidario de la negociación con el Gobierno y afirmó: "En grupos minoritarios de ETAm, en las diversas cárceles por las que he pasado, se habla de la posibilidad de abandonar las armas y acogerse a la reinserción".

Aramendía precisó en aquella entrevista que existía "miedo y coacción a muchos presos de la organización que están por el abandono de las armas y la pacificación de Euskadi mediante el desarrollo del Estatuto de Gernika y siguiendo las vías políticas".

El camionero afirmó que "Ia única solución para Euskadi es la negociación" y expresó su convicción de que "mucha gente que está fuera puede regresar a España, y quien piense lo contrario puede estar equivocado". Agregaba en aquellas declaraciones que mucha gente de la organización quería acogerse a las medidas de reinserción.

Estas declaraciones provocaron una fuerte reacción de la coalición Herri Batasuna, que calificó sus afirmaciones como una intoxicación dirigida a crear la división entre los presos de ETA que "eran una piña".

Sin embargo, las opiniones de Aramendia sobre la reinserción variaron después, como demuestra un carta suya publicada el pasado 18 de agosto por el diario Egin y titulada "La reinserción, un bluff". En su misiva, el ex colaborador de ETA, tras denunciar que fue torturado después de su detención, asegura que las medidas de reinserción son "un cuento" y que los políticos "lo único que quieren para todos nosotros es el exterminio".

"Perseguido"

Aramendía continua su carta detallando su estancia en prisión, cómo pidió la reinserción y obtuvo la libertad condicional, pero "ningún indulto". Añade que no se le ha concedido la documentación que necesita.El ex colaborador de ETA prosigue así su misiva: "Estoy siendo perseguido por individuos extraños que intentan quitarme la vida. Digo ésto porque les veo y en un par de ocasiones he oído lo siguiente: 'A éste hay que liquidarle'. Esta gentuza que me persigue sospecho que son caciques de la extrema derecha. Ahora me doy cuenta de lo que es esta gentuza".

Aramendia concluye su carta acusando al actual presidente de Euskadiko Ezkerra, Juan María Bandrés, que fue abogado suyo durante un tiempo de ser "un cartero del Gobierno, ya que del preso no se preocupa más que de utilizarlo" en algún medio de comunicación.