El Gobierno navarro elabora un programa para aislar a los que promueven la violencia

El Gobierno de Navarra anunció ayer que próximamente concretará la elaboración de un programa de acción común con todas las organizaciones "que defienden la paz, la libertad y el respeto a la voluntad mayoritaria de las instituciones", al objeto, según el vicepresidente del Ejecutivo socialista navarro, José Antonio Asiain, de "conseguir un efectivo aislamiento político y social de quienes pretenden conseguir sus objetivos mediante la violencia terrorista".

El anuncio de esta campaña promovida por el Gobierno socialista para aislar a Herri Batasuna en esta comunidad está contenido en una declaración institucional del ejecutivo autónomo dada a conocer ayer y en la que, tras los recientes atentados de ETA en las localidades navarras de Estella y Cintruénigo, se expresa el rechazo del Gobierno "a entrar" en las especulaciones sobre una supuesta negociación política entre ETA y el Gobierno de la nación, que a juicio del gabinete socialista navarro "sólo contribuyen a reforzar la estrategia terrorista en la que la negociación no juega otro papel que el de mero instrumento propagandístico".Tras indicar que la erradicación del terrorismo no pasa por ningún tipo de negociación, sino por el mantenimiento y si es necesario la intensificación de las medidas policiales, diplomáticas y políticas que viene adoptando el Gobierno de la nación", el Gobierno de Navarra pide "el aislamiento político y social de quienes, defendiendo o justificando los crímenes terroristas, pretenden legitimar la violencia como instrumento de acción política". La deslegitimación de esa tesis, según indicó el vicepresidente Asiain, "es tarea obligada para las instituciones y las fuerzas políticas democráticas y pasa necesariamente por el aislamiento de quienes prestan a los terroristas una cobertura política y social sin la que no podrían subsistir".

La declaración institucional supone un apoyo directo a las polémicas propuestas formuladas días atrás por Gabriel Urralburu, presidente del Gobierno navarro, quien llegó a pedir a la ciudadanía "el insulto en la calle si fuera preciso y la increpación" para los militantes y simpatizantes de Herri Batasuna y del sindicato LAB. Las palabras de Urralburu, pronunciadas en el cuartel de la Guardia Civil de Estella, una semana después del atentado de ETA que costó la vida a dos de sus miembros, provocaron un rotundo rechazo por parte de todos los partidos políticos navarros con representación parlamentaria a excepción de los socialistas. Urralburu matizó más tarde sus propuestas negando que pretendiera crear un enfrentamiento civil.

Salida de los presos

Por otra parte, el parlamentario de Eusko Alkartasuna, Joseba Azkarraga, calificó ayer de "parche", una hipotética negociación entre ETA y el Gobierno para la salida de los presos a la calle, "si de forma paralela el Gobierno no se compromete con los partidos vascos a respetar cualquier acuerdo mayoritario que se tome en el legislativo autónomo", informa desde Vitoria. Azkarraga respondía asi a unas declaraciones que el presidente de la Cámara vasca, el socialista Jesús Eguiguren realizó ayer a la agencia Efe. Eguiguren dijo que "el fin de ETA lo estamos viviendo ya", y aseguró que la negociación entre ETA y el Gobierno, con el objetivo de que los presos "salgan poco a poco a cambio del abandono de las armas, no tendrá mayor trascendencia política, por lo tanto", continúa Eguiguren, "yo creo que poco juego van a tener los partidos o el Parlamento vasco".Eguiguren subraya que la sociedad vasca está normalizada y que el problema de futuro es el económico.