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El nuevo director de Tráfico, partidario de ajustar las multas a la gravedad de la infracción

Juan Carlos Sanz

El nuevo director general de Tráfico, Miguel María Muñoz Medina, se muestra partidario de buscar el equilibrio entre la gravedad de las infracciones cometidas por los conductores y las sanciones. Muñoz, un técnico con 20 años de experiencia en materia de seguridad vial, fue confirmado ayer por el Consejo de Ministros como responsable del departamento, cargo que desempeñaba en funciones desde el pasado 30 de junio, tras la muerte en accidente de helicóptero de la anterior directora, Rosa de Lima Manzano. Como miembro del equipo redactor del anteproyecto de ley de Seguridad Vial -que prevé multas de hasta 200.000 pesetas para los infractores de las normas de circulación-, Muñoz declaró ayer a este diario que impulsará su aprobación.

Miguel María Muñoz nació en Madrid hace 44 años. Está casado y tiene un hijo. Después de ejercer la abogacía, ingresó en 1968 en el cuerpo técnico de la Dirección General de Tráfico (DGT), donde ha pasado por varios destinos funcionariales hasta llegar a subdirector general de Circulación y Seguridad Vial, en octubre de 1983.

El nombramiento coincide con el final de la operación retorno. Según Muñoz, "es diricil estar satisfecho cuando al final del mes de agosto nos encontramos con más de mil muertos [1.153, del 1 de julio al 31 de agosto] en las carreteras". En su opinión, resulta "esperanzador" que se registre una tendencia al descenso del número de accidentes mortales, en relación al mismo período del año pasado (1.239 fallecidos), aunque haya que rechazar una visión optimista. El número de muertes en accidente de tráfico, acumulado de enero a agosto, ha sido de 3.457 este año, frente a las 3.303 víctimas mortales de 1987.

Medidas drásticas

Para el nuevo responsable de Tráfico, medidas como las aplicadas este verano por las autoridades francesas, con la retirada inmediata del permiso de conducir a los infractores, serían viables en España "si tuvieran un soporte jurídico adecuado", observa Muñoz.El nuevo director de Tráfico, que reconoce carecer de actividad política y haber accedido al cargo por "fidelidad institucional". Se va a ver forzado a aumentar sus contactos -especialmente a la hora de reclamar dotaciones presupuestarias-, aunque "tras cinco años como subdirector", asegura, "se conoce nucha gente en la Administración; además, tengo garantizado el apoyo del ministro [de Interior]". La Dirección General de Tráfico dispone para 1988 de un presupuesto aproximado de 22.000 millones de pesetas.

Miguel María Muñoz no ha verificado la velocidad máxima que posee su automóvil. "No la he probado nunca, aunque supongo que puede alcanzar unos 160 o 170 kilómetros por hora", afirma. Salir a la carretera le supone un "estrés importante", hecho que achaca a una cierta deformación profesional. "Estoy acostumbrado a ver partes de accidentes en los que una persona que va conduciendo con toda la prudencia del mundo se encuentra a la vuelta de un cambio de rasante con otro vehículo adelantando".

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El nuevo director de Tráfico reserva su propio programa para más adelante, aunque avanza que se utilizarán vídeos y ordenadores en el examen teórico para la obtención del permiso de conducir.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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