Benazir Bhutto: "Es demasiado bueno para ser verdad"
La líder de la oposición paquistaní asegura que la muerte del general Zia facilitará el triunfo de la democracia
ENVIADA ESPECIAL Benazir: Bhutto para sus seguidores del Partido Popular de Pakistán (PPP), que lideró su padre, Zulficar Alí Bhutto, y Zardari para sus detractores, que dicen que una mujer casada y embarazada debe dedicarse a sus labores. Con el apoyo de unos y a pesar de otros, esta joven de 35 años parece encaminarse definitivamente a gobernar Pakistán. El destino de Benazir está íntimamente ligado a los bruscos cambios de la historia de su país: el derrocamiento, en 1977, por el general Mohamed Zia Ul Haq, de su padre, quien dos afíos después murió en la horca. Ahora, la explosión del avión en que viajaba, el 17 de agosto, el general Zia ha abierto a la hija de Bhutto las puertas del poder.
Pregunta. ¿Cómo ve el futuro de Pakistán tras la muerte de Zia?Respuesta. Aunque ha habido una larga lucha contra la dicta dura militar del general Zia y su política represiva, nadie podía imaginarse que pudiera acabar tan rápida y tan dramáticamente Por ello, una de las primeras reacciones ha sido la sorpresa de que la era Zia esté finalmente acabada.
La segunda reacción es la de un precavido optimismo. El país se da cuenta de que los militares no han tornado el poder y, que hay un compromiso de celebrar la¿ elecciones de noviembre, pero al mismo tiempo, la dictadura ha llevado a tanto cinismo y escepticismo, que todos se han acostumbrado a menospreciar las promesas y a desconfiar. En fin, es demasiado bueno para ser verdad.
P. ¿Conoce al nuevo jefe de las fuerzas armadas, general Mirza Aslam Beg?
R. No conozco a Beg, ni hemos entrado en comunicación directa con el nuevo Gabinete, pero les hemos ofrecido cooperación, siempre y cuando cumplan sus deberes. Del general sólo conozco su reputación de ser un soldado profesional.
El Ejército tuvo la oportunidad de intervenir cuando murió Zia, y no haciéndolo ha mostrado una apreciación por Pakistán. Éste debe comenzar a dedicarse a su tarea de defender el país. Creo positivamente que el nuevo jefe de las fuerzas armadas goza del amplio respeto de la nación por haber elegido él mismo apartarse de la política y permitir la puesta en marcha de la Constitución. Espero que ahora todos los civiles muestren el mismo grado de responsabilidad para ayudar al país en este difícil período, hacia la institucionalización de la libertad.
P. ¿Está dispuesta a compartir el poder?
R. Las elecciones son tan maravillosas y buenas que muestran unos resultados que nadie puede poner en duda, y éstos marcan los caminos a seguir. El PPP obtendrá la mayoría en el Parlamento y formará Gobierno. Pero en lo que a nosotros respecta, estamos dispuestos a cooperar con otros partidos para sacar a Pakistán adelante.
P. Desde que usted lidera el PPP se han multiplicado las divisiones. ¿Qué va a hacer para reunificarlo?
R. Éste es un partido democrático y ello significa que hay discusiones. Creo que esto ocurre en cada partido europeo y estoy segura de que también en el de su propio país [España], cuya situación nosotros seguimos. Admiro el Gobierno de su primer ministro, Felipe González, que era tan joven como yo cuando le tocó hacerse cargo del país, después de un largo período dictatorial, más largo incluso que el nuestro. Siento mucha afinidad cuando leo acerca de España, porque puedo entender perfectamente cómo él [González] también trató de construir un consenso entre las diferentes fuerzas de la nación. Tal vez por ello España esté en condiciones de entender nuestras posiciones, aquí y en este momento, mejor que nadie.
Un programa sólido
P. Sus detractores la acusan de tener mucha personalidad y carecer de programa. ¿Qué tiene que decirles?R. Tenemos un programa sólido en cuestiones económicas, en Defensa, en educación y en todos los campos. El partido nunca ha descuidado esta tarea, pero no es suficiente tener un programa, hay que dirigirlo.
P. El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, durante su estancia en Pakístán para asistir al sepelio de Zia conversó con el ex primer ministro y líder de la Liga Musulmana, Mohamed Jan Junejo. ¿Habló con usted?
R. No.Durante estos años el general Zia hizo mucha propaganda contra el PPP acusándonos de que éramos antioccidentales y un puñado de comunistas, pero últimamente hemos logrado esclarecer que apreciamos a EE UU como una gran democracia, que tiene una influencia tremenda en Pakistán, pero que ha de dejar la puerta abierta al pueblo paquistaní.
P. Sin embargo, dentro de su partido se critica la colonización de Pakistán por EE UU...
R. Sí, especialmente en la política afgana y desde la invasión soviética puede hablarse de una gran identificación entre Washington e Islamabad. Fue un período muy malo. Pero después de 1985, EE UU comenzó a hablar de derechos humanos y poco a poco nuestras relaciones han ido cambiando. También nuestras relaciones con la URSS se deterioraron a partir de la invasión, pero ahora que retiran sus tropas pueden volver a enderezarse. Queremos tener mejores relaciones con una superpotencia que es también nuestra vecina.
P. Su padre era suní y su madre es chií ¿Cree que esto ayudará a solucionar las malas relaciones entre estas dos sectas?
R.Nosotros nunca fuimos educados como suníes o chiíes sino como musulmanes. Desgraciadamente, durante los 11 años de Zia han aparecido sentimientos sectarios, porque aceptando una de las escuelas de interpretación del Islam se deja de lado a la otra. Creemos que el mundo musulmán puede estar mejor si goza de libertad. Estoy orgullosa de ser musulmana y de someterme a la ley de Dios para su juicio, pero nuevamente me remito a España, donde la religión fue impuesta en la dictadura.
P. Pero España es ahora un estado secular...
R. Seremos un estado secular con una tradición islámica. Un secularismo islámico. El Estado no tiene derecho a decir a los ciudadanos lo que han de hacer, en nombre de la religión.
El tremendo mes de noviembre
Benazir se casó en diciembre pasado con Asif Alí Zardari, un rico hombre de negocios paquistaní. Las feministas de su país le criticaron duramente que aceptara un matrimonio tradicional decidido por las familias y con un hombre al que no conocía. Ella, sin embargo, parece feliz con su avanzado estado de gestación.Pregunta. ¿Cuándo nacerá el bebé?
Respuesta. Cuando lo quiera el Señor. No es que trate de esquivar la cuestión, pero en nuestra sociedad no está bien hablar de matrimonio, maternidad o problemas personales. Es una cuestión más bien cultural. Perdone, me encantaría hablar pero no puedo. Cambiemos de tema.
P. He oído que tenía previsto un viaje a España
R. Estoy deseando ir. Durante la Semana Santa pasada, estuve a punto de desplazarme a España pero hubo una confusión en las fechas y me fue imposible, debido al libro que estoy escribiendo.
P. ¿Sobre qué?
R. Es una autoblografía. Sé que es difícil escribir sobre uno mismo cuando se es tan joven, pero al mismo tiempo pensé que todo lo que nos aconteció en la dictadura estaba tan fresco en mi mente que era mejor escribirlo.
P. ¿Cuándo aparecerá?
R. En noviembre. Sí, verdaderamente, noviembre va a ser un mes tremendo para mí.
P. ¿No le da miedo tener que hacerse cargo del gobierno de una nación siendo tan joven?
R. Me siento muy vieja. Creo que tengo esta sensación desde que estuve en la cárcel. He visto a mis amigos morirse. Ciertamente, me siento mucho más mayor de lo que soy, pero no cansada.
En septiembre de 1986, Benazir fue puesta en libertad por última vez. La líder del PPP había vuelto a Pakistán a primeros de abril. Rompió su autoexilio en Londres -impuesto tras más de cinco años de cárcel- para retar al general Zia con el poder popular que su padre tantas veces utilizó. Y más de un millón de personas se tiró a la calle a recibirla, desafiando a los cañones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.