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Abandona Torrejón la primera unidad de EE UU tras el acuerdo sobre el traslado de los F-16

Carlos Yárnoz

La unidad denominada Distrito del Superintendente, dedicada al suministro de material didáctico a las escuelas existentes en todas las bases de EE UU en Europa, ha sido la primera en abandonar Torrejón después de que Washington y Madrid alcanzaran en enero el acuerdo previo de que los americanos retiraran de la base madrileña 72 aviones F-16 y cerca de 4.000 personas entre militares y civiJes. El Gobierno español está a la espera de que el estadounidense responda a una propuesta depurada y ultimada sobre el nuevo convenio bilateral enviada al embajador de EE UU, Reginald Bartholomew.

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Fuentes de la base indican que la unidad Distrito del Superintendente ha sido trasladada a Rota (Cádiz) y que a partir de enero también se retirará de Torrejón el departamento de dirección de las escuelas, que será instalado en Livorno (Italia).Con este primer traslado, que se materializó el pasado mes de julio, ha abandonado Torrejón la primera veintena de funcionarios estadounidenses, todos ellos civiles, destinados en la citada unidad. Julio Hoyos, el único español empleado en la unidad, ya ha sido advertido por los americanos de que su puesto de trabajo desaparecerá, si bien todavía tiene su oficina en la base madrileña. Una de las principales actvidades de la unidad consiste en la distribución de material audiovisual para las escuelas repartidas por diversos países europeos.

La salida de Torrejón del departamento de dirección de las escuelas -conocido por las siglas DODDS (Department of Defence Dependant School)está prevista inicialmente a partir del próximo mes de enero, si bien la operación quedará culminada en los meses siguientes. En este caso, el traslado afectará a unos 70 norteamericanos y a otros tantos españoles.

De otro lado, las negociaciones hispano-norteamericanas para lograr un nuevo convenio bilateral no se encuentran paralizadas o en un paréntesis vacacional, como se ha dicho repetidamente en las últimas semanas. Por el contrario, el Gobierno español se encuentra en este momento a la espera de que el de Estados Unidos responda a una propuesta depurada y ultimada que los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores enviaron al embajador de EE UU en Madrid, Reginald Bartholomew.

Difícil modificación

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Para las fuentes españolas consultadas, será muy dificil, si no imposible, que el Gobierno español pueda modificar ya la citada propuesta, ya que la misma recoge las tesis españolas en puntos considerados inalterables para el Ejecutivo español -la no introducción de armas nucleares o la contratación por parte de Defensa de los empleados españoles en las bases- y, de otro lado, incluye cláusulas exigidas por EE UU y que la Administración española ha considerado comprensibles, como la búsqueda de fórmulas legales que impidan la posibilidad de que un conflicto laboral en una base paralice la actividad de la misma.Según las fuentes españolas, EE UU se está mostrando muy suspicaz en esta negociación, porque cualquier capítulo que Washington interprete como una dejación puede ser exigido posteriormente por otros países que, como Grecia, Portugal o Filipinas, tienen también que negociar nuevos acuerdos sobre la presencia militar norteamericana.

Durante este mes de agosto, diversos expertos norteamericanos en Washington y Madrid analizan en profundidad la propuesta española. Si ésta.es aceptada, la firma del acuerdo se producirá en las primeras semanas de septiembre. De no ser así, como parece muy probable, se abrirá una nueva ronda de negociaciones a comienzos del mes próximo para intentar limar algunas discrepancias, si bien la parte española considera que prácticamente se ha llegado a una fórmula final para el Gobierno español.

Firma en septiembre

El embajador de España en Washington, Julián Santarnaría, declaró a con-fienzos de este mes que el convenio "debería estar firmado" antes de concluir septiembre. El proceso para ratificar el texto por las cámaras legislativas se produciría en los meses siguientes, por lo que algunas fuentes españolas consideran que el futuro convenio entrará en vigor ya con la nueva Administración norteamericana.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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