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Pakistán deshoja la margarita electoral

El ministro de Información cree que en su país "uno se enfada por la mañana con su mujer y por la noche funda un partido político"

ENVIADA ESPECIAL El ministro de Información paquistaní considera que las elecciones del 16 de noviembre próximo han de hacerse sin la participación de los partidos políticos. Elahi Bajsh Somro asegura que los partidos políticos de esta parte del mundo "se han convertido en una dinastía, en instituciones gobernadas por una familia que exigen derechos sobre éstos". Sin embargo, señala que tampoco es tiempo de que los militares vuelvan a tomar el poder en Pakistán.

"No hay ideología ni directrices, son organizaciones al servicio de un individuo o de una familia. Mire la India de Gandhi, la begum Khaladda Zia en Bangladesh o aquí Benazir Bhutto", afirma el ministro, en una entrevista con EL PAÍS.Nada más hechas las presentaciones, pide que se le excuse unos instantes y desaparece tras una puerta, para volver a entrar poco después. Saca una alfombrita del cajón de su mesa y comienza a rezar Su escapada fue para hacerse las abluciones. Ahora la entrevista puede empezar.

Soinro critica duramente el que en Pakistán existan 43 partidos políticos. "Le voy a decir la verdad: aquí se enfada uno por la mañana con su mujer y por la noche funda un partido político", afirma el ministro, que se negó a unirse a la Liga Musulmana y prefirió permanecer en la oposición durante el anterior Gobierno de Mohamed Jan Junejo.

Junejo, elegido primer ministro por el fallecido presidente Zia, después de las elecciones de 1985, basadas en personas individualizadas, trató de revitalizar la Liga Musulmana para que las próximas elecciones fueran con la participación plena de los partidos. "Yo fui uno de los pocos que no accedieron a que se hiciera de la Cámara de Diputados un partido", destacó Somro.

Tal vez esta actitud le valió su nombramiento como ministro de Información, Radiodifusión, Agua y Electricidad, el 9 de junio pasado, a raíz de que Zia disolviera el Parlamento y destituyera a todo el Gobierno, incluido Junejo.

Somro, de 61 años, afirma que el vacío de poder dejado por la trágica muerte del presidente Mohamed Zia Ul Haq va a llenarse de forma "tranquila y pacífica", pero que aún es muy pronto para saber cuál será el rumbo del país. "Evidentemente, vamos a continuar con las mismas directrices", añade, y despectivamente se refiere al nuevo presidente, Ghulam Ishaq Jan, como un hombre al que le ha caído el cargo del cielo y que "carece de la amplitud de visión y firmeza de acción de Zia".

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Terrateniente

En un encuentro con varios periodistas, los gobernadores de tres de las cuatro provincias -Beluchistán, Punjab y NWFP (provincia fronteriza del noroeste)-, dijeron ayer no conocer el contenido de la conferencia de prensa dada el sábado por el presidente Isahq Jan, a quien ya se le acusa de "elesviacionista'.Para Somro, ingeniero de modales refinados y amable sonrisa, poseedor de una de las grandes fortunas del país, con 27.000 hectáreas de propiedad agrícola en la sureña provincia de Sind y seguidor de los principios del islam hasta en tener tres mujeres, "Zia ha sido el dirigente más democrático de Pakistán, incluido Zulfikar Alí Bhuto, cuyo partido -el Partido Popular de Pakistán (PPP), el más importante de la oposición- dijo que procedía de un "grupo de terroristas".

Según Somro, nadie se esperaba la multitud, estimada en un millón de personas, que el sábado asistió voluntariamente al entierro de Zia, muerto junto con otras 29 personas al estrellarse el miércoles el avión en que viajaban. "Ha sido un referéndum para el hombre que lo único que tiene en su contra es no haber realizado elecciones antes", dijo. Sin embargo, el ministro asegura que en las actuales condiciones, con la casa bien barrida, "no es necesaria una intervención del Ejército en la vida política de Pakistán, y añade que la misma cúpula militar se expresa en estos términos.

Sorriro considera que la política de su ministerio no necesitará adecuarse a los nuevos tiempos, porque ya los medios de comunicación paquistaníes gozan, según él, de "plena libertad". A pesar de que tacha de "una ley muy negra" la ordenanza de Prensa y Publicaciones, resta importancia a ésta -que está vigente- "porque nunca se aplica", y asegura que pronto será anulada.

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