Desde el año pasado, 226 brasileños han emigrado a clubes europeos
Desde el 1 de enero de 1987 hasta esta semana, en la que se ha cerrado el fichaje de Aloisio por el Barcelona, 226 futbolistas brasileños han abandonado su país para jugar en el extranjero, en busca de mejores condiciones económicas. La crisis que atraviesa el país afecta directamente a los ingresos de los equipos profesionales, que deben recurrir a la venta de jugadores al extranjero para mantenerse.La situación ha llegado hasta el punto de estudiarse la posibilidad de que Carlos Alberto Silva seleccionador brasileño, deba instalarse en alguna ciudad europea para preparar a los jugadores que deban afrontar las eliminatorias del Mundial de 1990, ya que los más útiles para la selección juegan en Europa.
Las principales vías de migra ción son Portugal, donde ya Jue gan más de 200 brasileños, e Ita lia. La reciente gira europea de la selección de Brasil ha fomentado muchos de esos fichajes. Entre los futbolistas que han iniciado el éxodo destacan Carlos, que juega en un equipo turco; Ricardo, Valdo y Mozer, en el Benfica; Geraldao, en el Oporto; Julio César, en el Montpellier; Andrade, en el Roma; Alemao y Careca, en el Nápoles; Muller, en el Turín, y Renato, en el Roma. Éste, considerado como el mejor jugador actual de Brasil, dijo ante los ruegos de los aficionados para que se quedase en el Flamengo: "Adoro mi club, pero ¿cómo resistir la llamada de los dólares?".
5.000 pesetas mensuales
Sólo unos pocos de los 13.000 profesionales que juegan en 778 clubes se resisten a las ofertas extranjeras. Entre ellos están Zico, con su salario de casi dos millones de pesetas en el Flamengo. Las promesas, como Viola; última revelación de los Corintios de Sao Paulo, ganan 5.000 pesetas mensuales.Dentro del fútbol suramericano, en México también hay problemas por las elevadas pretensiones económicas de los jugadores. Éstas han llevado a los presidentes de los clubes de Primera División a aprobar la ampliación a cuatro del número de jugadores extranjeros por equipo. Los futbolistas foráneos resultan más baratos para los clubes que los mexicanos.
Ante esta situación, uno de los mejores, el abuelo Cruz, ha abandonado México y fichado por el Logroñés, según informa Ovi Alberola. El abuelo Cruz tiene 22 años, pertenece al Monterrey y estará cedido por una temporada. Cruz tendrá el derecho a opción de compra cuando finalice la temporada y cuya gestión está valorada en 60 millones de pesetas.
El mexicano juega en el centro del campo. En la última temporada marcó diez goles y en la anterior, 16, la mayoría de cabeza, a pesar de su 1,71 metros de estatura. Jugó en el Mundial de México sustituyendo a Flores en todos los partidos, excepto frente a Bulgaria, y formando tándem de ataque con Hugo Sánchez.
El abuelo Cruz ha llegado al Logroñés con la idea de triunfar en Europa y encontrar en La Rioja el trampolín que le lleve al Barcelona.
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