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El vil metal

Los vecinos de cinco pueblos de León, en contra de que se extraiga oro en sus tierras

Los vecinos de cinco pequeños pueblos, Mataluenga, Pedregal, Santiago del Molinillo, San Martín de la Falamosa y Las Omañas, situados a unos 40 kilómetros al noroeste de León, han mostrado la pasada semana su indiferencia por el oro que existe a pocos metros de profundidad en las praderas y tierras de labor y que pretende extraer a cielo abierto, la Sociedad Promotora de Minas de Carbón (PMC) Unas 600 personas se manifestaron recientemente en Las Omañas cabecera del municipio, para tratar de evitar que el alcalde, José Miguélez, del PSOE, conceda el permiso de obras a la empresa.

Los vecinos opinan que la explotación de oro "condenaría" el futuro del valle, al quedar posteriormente los terrenos "inservibles" para la siembra, extremo que ha sido negado por la empresa.En los últimos cinco años la sociedad Promotora de Minas de Carbón, SA, (PMC), ha realizado diferentes prospecciones en la zona en busca del preciado metal. Otras empresas también lo intentaron, aunque la escasa rentabilidad de la extracción por los métodos tradicionales les hizo desistir. El pasado mes de octubre la corporación municipal de Las Omañas arrendó a la empresa minera la casa del secretario del ayuntamiento, y la junta vecinal la vivienda de los maestros para la instalación de oficinas en ambos edificios.

El proyecto supervisado por la diputación de León y el servicio de Asistencia a Municipios (SAM) afectará durante cinco años a unas 120 hectáreas de terrenos particulares y comunales entre los ríos Omaña y Luna, cauces fluviales que dan origen al río Órbigo. Según una de las cláusulas, la sociedad minera tendrá derecho a ocupar cada finca un período máximo de seis meses, comprometiéndose a allanarla y replantarla posteriormente e indemnizando "generosamente" a los propietarios.

El estudio prevé una inversión superior a los 200 millones de pesetas. La tierra de Las Omañas, explotada ya por los romanos y más recientemente en los años treinta de nuestro siglo, vuelve a ser rentable. En 1986, el Gobierno autónomo localizó a través de una costosa investigación 567 explotaciones potenciales de oro en la zona noroeste de León.

"Lucha pacífica"

José Miguélez, alcalde de Las Omañas desde hace poco más de un año, y que en la pasada primavera se comprometió públicamente en dos ocasiones a denegar la licencia de obras, asegura desconocer el alcance del proyecto: "Yo no se si ésto va a ser bueno o malo para nosotros, pero de lo que estoy seguro es que si quieren venir a sacar el oro van a venir, demos las vueltas que demos".La asociación cultural Huracán, compuesta por jóvenes del lugar y Faustino Sabio, secretario provincial del PCE no son de la misma opinión. En varias asambleas en los diferentes pueblos del municipio, a las que se unieron los presidentes de las juntas vecinales, acordaron llevar a cabo "una lucha pacífica" contra las pretensiones de la empresa. Juan Álvarez, labrador de 45 años, presidente de la junta vecinal de Pedregal -uno de los pueblos más pequeños del municipio, con 26 habitantes, la inayoría de ellos jubilados- afirma que el contrato es "un tapaojos. El pueblo sabe poco. Aquí vienen, [refiriéndose a las empresas mineras] agarran de la Junta de Castilla y León y luego se van con las manos vacías".

Los veraneantes también están en contra del proyecto. Rosa María Pérez, de 20 años, prefiere "el pueblo a cualquier playa de moda" y cree que de ejecutarse el proyecto "la arboleda desaparecería y lo destrozarían todo". Orundino Álvarez, de Santiago del Molinillo, a sus 50 años tiene un sentido más práctico: "aquí vivimos de las vacas y el lúpulo, si remueven las tierras, adiós".

Todos ellos han firmado un escrito que ha sido enviado al gobernador civil de León y al Gobierno autónomo, donde responsabilizan al alcalde de las posibles "promesas optirnistas" dadas a la empresa y se asegura que "corren informaciones de adelantos entregados a cuenta", que intentan "romper el criterio unánime del pueblo" expresado por los vecinos.

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