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Un juez holandés conmina a los marineros españoles de Heerema a volver al trabajo

Isabel Ferrer

La justicia holandesa dictó ayer una sentencia que conmina a los marineros españoles de la empresa holandesa Heerema, especializada en la instalación de plataformas petrolíferas, a volver al trabajo o abandonar de forma pacífica los barcos. De no ser así, Heerema estaría en disposición de solicitar la ayuda de la fuerza pública para forzar el desalojo.

El comité que representa a los marineros españoles se mostró disconforme con la decisión judicial y aseguró que está a la espera de acontecimientos, habiendo descartado cualquier gesto violento por parte de los embarcados. Un miembro de dicho comité se quejó también de la falta de apoyo del Gobierno español que, dijo, los ha dejado solos en este contencioso.Heerema pretende reemplazar a los españoles por trabajadores Filipinos, con salarios más bajos, y había hecho una oferta final de 24 días por año, en concepto de indemnización por despido. Ante esta situación, el comité planteó la posibilidad de intentar un acuerdo, siempre que se elevara la cifra a 30 días por año.

Según la sentencia judicial de ayer, de reanudarse la actividad laboral, la compañía dispone de 30 días para iniciar de nuevo las negociaciones sobre los términos del despido, que afectaría a buena parte de los 946 españoles que trabajan con Heerema.

Por otra parte, la situación de los trabajadores embarcados era ayer delicada al hallarse incomunicados, al parecer por orden de los capitanes, en los tres barcos de la empresa holandesa. No se les permitió llamar a sus familiares o compañeros en tierra, exigiéndoseles también 75 florines por día (unas 4.500 pesetas) en concepto de comida y cama. "Es como si estuvieran prisioneros en los barcos, y eso a pesar de que el capitán del Hermod, en el mar del Norte, ha reconocido ahora que no hubo ningún motín a bordo".

Motín polémico

Estas palabras, pronunciadas por un representante del comité, contrastan con la interpretación del abogado de Heerema para quien, jurídicamente, el motín continúa a pesar de que los trabajadores ayudaron a trasladar el Hermod hasta la isla de Texel, en el mar del Norte, debido al estado del tiempo.Heerema es una compañía que instala plataformas petrolíferas y tiene tres buques fondeados ahora en Rotterdam, el mar del Norte y el golfo de México. Constituida en Venezuela, su sede social está en Suiza, y las naves navegan bajo bandera panameña. Las leyes laborales de este último país rigen también los contratos firmados por los españoles. Éstos son llamados de forma periódica y, mientras permanecen en tierra, perciben mensualmente 40 florines (2.400 pesetas).

Todos los marineros españoles fueron consultados durante la votación celebrada el pasado fin de semana, en la que fue rechazada la propuesta de la empresa de 24 días de salario por año trabajado. Esta cifra es considerada como suficiente por la Unión Internacional de Transportes.

El capitán del Hermod, que había enviado el pasado viernes un mensaje de socorro (SOS) acusando a 75 marineros españoles de amotinamiento, afirmó que éstos se negaron a levar anclas cuando fue ordenado. El comité de trabajadores, sin embargo, señaló que todo se debió a un malentendido, ya que el capitán "no supo actuar de acuerdo con su rango", al impacientarse por una tormenta que se avecinaba.

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