James Baker presenta la dimisión a Reagan como secretario del Tesoro de EE UU
James Baker presentó su dimisión al presidente Ronald Reagan como secretario del Tesoro para acompañar al vicepresidente George Bush en la campaña presidencial. Reagan definió a Baker como la clave para el éxito de la Administración republicana y le pidió que siguiera esforzándose para mejorar la cooperación económica internacional, desarrollar la reforma fiscal y la desregulación de la economía. "Hazlo por George", dijo Reagan, refiriéndose a Bush, tras asegurar que había aceptado la dimisión con resignación.
Hace tiempo que se esperaba la dimisión de Baker para ayudar a su amigo y vicepresidente George Bush. El vicepresidente, según los sondeos, está a la zaga de su rival demócrata, Michael Dukakis, a pocos días de su designación oficial como candidato repúblicano en la convención de Nueva Orleans.Baker ha sido secretario del Tesoro norteamericano durante tres años y medio. Es amigo y confidente de Bush. Baker estudió en Princeton, Bush en Yale; ambos son multimillonarios, están afincados en Houston y mantienen estrechos lazos con los círculos industriales y petroleros de Texas. Baker podría ser el secretario de Estado si Bush llega a ganar en su carrera hacia la presidencia.
Un político astuto
Baker es un tejano multimillonario de 58 años, y muy astuto; su habilidad le ha granjeado respeto en las campañas presidenciales en las que ha intervenido. Ahora, al encabezar la campaña de Bush, vuelve a la arena política con el ánimo de llevar a su amigo a la presidencia. Estuvo con Bush cuando fracasó en su nominación a la presidencia en 1980. Aquí también fue un triunfador por su éxito como máximo estratega en el intento de llevar a Reagan a la presidencia. Sólo una vez intentó ser elegido para un cargo político, en 1970, como concejal en Tejas, pero fracasó.Independientemente de si Bush llega o no a ser nombrado candidato republicano el 8 de noviembre, Baker será recordado por todos sus logros políticos y por haber transformado la política económica exterior norteamericana a su paso por la Secretaría del Tesoro. Desde Estados Unidos se le ve como el hombre que ha persuadido a los aliados políticos de Norteamérica de la necesidad de colaborar estrechamente en la elaboración de sus políticas económicas. Sus críticos le acusan de haber contribuido al crash de octubre, al defender en público un aumento de los tipo de interés alemanes, lo que originó la desconfianza de los in. versores.
En una conferencia de prensa convocada ayer en la Casa Blanca, Ronald Reagan no escatimó elogios hacia Baker, a quién calificó como "un amigo que me faltará". El presidente norteamericano señaló que James Baker había "ayudado a conducir la ofensiva" para imponer los cambios necesarios en la Administración republicana. "Si hay un reaganista este eres tú", sentenció el presidente, dirigiéndose al hasta ayer secretario del Tesoro.
James Baker señaló que había aceptado el ofrecimiento de su amigo Bush para asegurar la continuidad de la política del presidente Reagan.
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