Pascual Sala: "Es muy grave dudar de nuestra independencia y honradez"
El nuevo presidente del Tribunal de Cuentas jura hoy su cargo
"El Tribunal de Cuentas no está dividido en bloques. Extraer interpretaciones políticas del sentido de los votos de sus consejeros en un asunto determinado es insultante. Se está dudando de nuestra independencia y de nuestra honradez, y eso es muy grave. En cierto modo, se nos está acusando de prevaricación", afirmó ayer el magistrado Pascual Sala, que hoy jurará su cargo como presidente del Tribunal de Cuentas.
Pascual Sala, de 54 años, miembro del movimiento de jueces Justicia Democrática, y ministro del Tribunal de, Cuentas desde 1982, asume la presidencia de esta institución por un mandato de tres años. El nuevo presidente niega que el Tribunal de Cuentas haya recibido en los últimos seis años presión alguna por parte del Ejecutivo, "ni por el actual, ni por el anterior de UCD". "Algunos informes les han gustado más y otros menos, pero no ha habido presiones. Nosotros los enviamos a la Comisión Mixta Congreso- Senado, y en algún caso han discrepado. Pero eso es todo. La publicación de los informes es la que ha producido a veces interpretaciones políticas de los mismos, y eso no es bueno para las instituciones democráticas. Las cuestiones políticas deben ir al Parlamento, que es su lugar, y no deben trasladarse a otras instituciones".Contra la unanimidad
Sala, que fue elegido por las Cortes miembro del Tribunal de Cuentas a propuesta del PSOE, reivindica la independencia de sus compañeros de institución y la suya propia. "El tribunal es un órgano colegiado y actúa por mayorías. Es bueno que no haya unanimidad de voto; de ser así estaríamos en las Cortes franquistas. Pero de ahí no se pueden interpretar en clave política unos votos que responden a criterios técnicos, porque eso es dudar de la honestidad y de la independencia de los profesionales de lajusticia". "No, en determinados temas yo no suelo coincidir con el sentido del voto de otros consejeros", reconoce, "pero ello no se debe a que unos y otros no actuemos con honestidad. Naturalmente que hay diferencias de matiz, pero es que las sentencias no se hacen ni se harán nunca por ordenador".
El nuevo presidente rechaza también cualquier juicio de valor sobre la política económica del Gobierno o sobre la salud de las denominadas libertades económicas en España. "La política económica corresponde al Gobierno y al Parlamento, y no es nuestra misión juzgarla. Nuestro papel se limita a comprobar a posterior¡ si las actuaciones económico-administrativas han respondido con legalidad y eficacia a los objetivos propuestos". "España es un país moderno", agrega, "y las decisiones y comportamientos económicos y administrativos son cada vez más uniformes con los de los demás países de la Comunidad Europea". El tribunal español está vinculado, a su vez, al Tribunal de Cuentas de Luxemburgo, y España podría ser sede de la reunión anual de esta institución comunitaria en 1991, último año del mandato presidencial de Sala.
Los tribunales de cuentas nacionales, agrega Sala, "actuamos como órganos delegados del Tribunal de Cuentas de Luxemburgo". Fundamentalmente se trata de fiscalizar las ayudas de la Comunidad Europea y la gestión del IVA.
"Con todos los respetos, el Parlamento de Cataluña se ha equivocado"
El nuevo presidente del Tribunal de Cuentas inicia hoy su mandato con dos prioridades claras: desarrollar las funciones y los medios de la institución y coordinar su labor con los tribunales similares. que se han ido creando en las distintas comunidades autónomas."Mi labor prioritaria", declaraba ayer Pascual Sala, 24 hora a tes de tomar posesión de su cargo, "va a ser el desarrollo de la Ley de Funcionamiento del Tribunal de Cuentas, que se aprobó recientemente, el pasado 5 de abril, y adecuar las dotaciones de personal y medios a las nuevas necesidades. El Tribunal de Cuentas tiene autonomía económica como garantía de su independencia, aprueba anualmente sus propios presupuestos, y la voy a utilizar hasta sus últimas consecuencias. No se trata de duplicar la Administración, que es lo que ocurriría si quisiésemos analizar y enjuiciar exhaustivamente todas y cada una de las cuentas, pero sí de tener medios suficientes para ejercer nuestra misión. Yo creo que con 600 o 700 personas, distribuidas entre los distintos niveles y cometidos, hay suficiente; con esta plantilla y con una programación rigurosa de nuestras actuaciones".
El nuevo presidente adelanta como segunda prioridad para su mandato la descentralización del Tribunal. La Ley de Funcionamiento, explica, establece la coordinación entre esta institución y los distintos tribunales de cuentas creados por las Comunidades Autónomas para evitar duplicidades.
"Las Comunidades Autónomas, en general, han tomado bien este mandato de la ley", asegura. "únicamente el Parlamento de Cataluña ha presentado un recurso, y yo creo, con todos los respetos, que se han equivocado".
"Han interpretado al pie de la letra el tiempo imperativo con que aparece el verbo coordinar en la ley", agrega, "pero yo creo que la coordinación no puede imponerse y que en esencia es diálogo, negociación y acuerdo".
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