Irán e Irak quieren acabar la guerra, dice Pérez de Cuéllar

El secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, declaró ayer que Irán e Irak tienen interés en poner fin a su guerra de ocho años. El diplomático peruano hizo esas manifestaciones en medio de sus contactos para lograr un rápido alto el fuego en la guerra del Golfo. Ayer se entrevistó con el ministro de Exteriores iraquí, Tarek Aziz, horas después de haberlo hecho una tercera vez con el titular iraní, Alí Akbar Velayati, que calificó sus encuentros de "muy fructíferos". Irán aseguró haber conseguido replegar al Ejército enemigo en una ofensiva para reconquistar el sur de su territorio.

"Si Irak continúa atacando le daremos una lección", declaró el martes por la noche (madrugada de ayer en España) Velayati, al término de una segunda reunión mantenida con Pérez de Cuéllar. Los dos discutieron durante un total de tres horas el establecimiento de un calendario para la aplicación de la resolución 598 sobre el plan de paz dictado por la ONU y volvieron a hacerlo ayer una tercera vez. "La discusión ha sido muy útil. Los dos países están realmente interesados en terminar el conflicto", manifestó ayer el máximo representante de las Naciones Unidas.Al referirse a una eventual liberación de los rehenes occidentales secuestrados por grupos proiraníes en Líbano, el ministro iraní afirmó que es un tema que concierne a los libaneses y no al Gobierno de Teherán. Velayati añadió, no obstante, que por razones humanitarias su país hará todo lo posible para facilitar su liberación. Pérez de Cuéllar dijo ayer que el tema de los rehenes no fue abordado durante su entrevista con Velayati.

Por su parte, el ministro iraquí de Exteriores puso ayer en duda la sinceridad en las manifestaciones iraníes en favor de la paz. Aziz declaró poco antes de entrevistarse con Pérez de Cuéllar que tratará de obtener garantías para la firma de un alto el fuego definitivo. "No vamos a precipitarnos en las presentes circunstancias, porque queremos una paz duradera", afirmó el ministro, quien reiteró la exigencia iraquí de mantener negociaciones directas con la otra parte.

Las dos partes prosiguieron ayer con sus escaramuzas y acusaciones mutuas. Irán manifestó que sus fuerzas de infantería efectuaron una ofensiva a gran escala para reconquistar el sur de su territorio y obligaron a los soldados iraquíes a replegarse al interior de sus fronteras. Radio Teherán afirmó que los soldados iraquíes dejaron tras de sí a más de mil compañeros muertos o heridos.

Un portavoz militar iraquí aseguró que las fuerzas armadas de Bagdad han capturado a 12.207 soldados iraníes, muchos de ellos oficiales, en los frentes central y sur de batalla entre el pasado viernes y ayer en la operación denominada

Dependemos de Dios-Fase 4. El comando general del Ejército de Liberación Nacional de Irán (Muyaidin, opositores a Jomeini) anuncié que su operación Luz Eterna destinada a tomar Islamabad, en el frente central, había tenido éxito y que 30.000 soldados iraníes murieron o resultaron heridos en la batalla. Irán, que reconoció "intensos combates" en la zona, envió a miles de voluntarios a esa zona del frente.