La CE valora positivamente el desmantelamiento del monopolio español de petroleos

El desmantelamiento del monopolio petrolero en España "está en buen camino" y el Gobierno español se ha comprometido incluso a acelerarlo, según informó ayer la Comisión Europea al dar cuenta de la negociación que el comisario encargado de velar por el respeto de la libre competencia, Peter Sutherland, ha llevado a cabo a lo largo de los dos últimos años con el hasta ahora ministro de Industria, Luis Carlos Croissier. La supresión del actual sistema estará terminada a finales de 1991.El órgano ejecutivo de la Comunidad Europea (CE) criticaba dos aspectos principales y otros cuatro secundarios del monopolio, según señaló uno de sus portavoces.

El mayor reparo puesto al sistema español era el mantenimiento por el Gobierno hasta el 1 de enero de 1990 de los derechos exclusivos sobre el comercio mayorista de fuel, gasóleo de calefacción y gases licuados de petróleo. Sobre este punto, el Gobierno español ha aceptado que los distribuidores de productos importados puedan vender directamente a algunos grandes consumidores.

El segundo reproche efectuado a Luis Carlos Crossier se centraba en la distancia mínima exigida entre gasolineras, que dificultaba a nuevos operadores asentarse en España con perspectivas de rentabilidad. Esta diferencia quedaba zanjada a partir de la publicación de un decreto-ley del mes pasado (EL PAÍS, 18 de junio), que reduce a la mitad las distancias y da acceso prioritario a los nuevos puntos de venta a la red paralela; que competirá en condiciones de igualdad con la red estatal para instalarse en los lugares que ésta no ocupó en su día. El reparto estará vigilado por un comité mixto creado ad hoc.

En este sentido, el entonces titular del Ministerio español de Industria y Energía recordaba que la red de la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos, SA (CAMPSA) es muy deficiente, toda vez que mientras durante 1970-1986 las ventas de carburante crecieron un 235% y el parque automovilístico un 288%, el número de surtidores sólo aumentó un 18%, de acuerdo con los datos estadísticos barajados por Croissier. "En el resto de Europa", añadía, "hay 1.184 puntos de venta por cada millón de vehículos frente a 415 en nuestro país".

Proporciones fijas

Los aspectos menores de la negociación -que también han quedado resueltos- conciernen a la supresión de la obligación hecha a los nuevos distribuidores de vender gasolina y gasóleo en proporciones fijas, así como de instalarse simultáneamente en tres zonas geográficas.

Las negociaciones establecidas entre Madrid y Bruselas han reducido finalmente esta exigencia a dos. La decisión pactada recoge, no obstante, un atenuante apreciable. Las tres cuartas partes de los puntos de venta abiertos por cada nuevo distribuidor podrán estar situados en zonas de fuerte consumo.

La Comisión ha obtenido además que las autorizaciones otorgadas a los distribuidores para ejercer su actividad sean válidas por tres años.

El Gobierno español se ha comprometido ante el Ejecutivo de la Comunidad Europea a acabar en un plazo de aquí a tres años y medio con el actual sistema de los precios fijos, así como a mantener hasta entonces un nivel que permita la comercialización de los productos importados con un margen aceptable de beneficios.