UGT denuncia profundas diferencias con el Gobierno en las tres mesas negociadoras
El dirigente de UGT Apolinar Rodríguez cree que existen profundas diferencias entre el Gobierno y los sindicatos en las tres mesas de negociación abiertas durante este mes: reforma del Instituto Nacional de Empleo (Inem), protección al paro y negociación colectiva de los funcionarios. Para este dirigente, el debate sobre cobertura "no está cerrado, lo quiera o no el Ejecutivo".
El responsable de acción sindical de UGT, Apolinar Rodríguez, considera que en alguna de las negociaciones se ha puesto como excusa las discrepancias económicas, pero, a su juicio, éstas llegan aún más lejos, son también estratégicas y afectan al modelo que se quiere dar al Inem y al reconocimiento del derecho a la negociación colectiva de los funcionarios.Sorprendentemente, para esta central -y pese al resultado de la reunión del viernes pasado-, la cobertura del desempleo "no es un tema cerrado, lo quiera o no el Gobierno", según palabras de Apolinar Rodríguez, quien asegura que la valoración presupuestaria hecha por el Ministerio de Trabajo de sus peticiones de cobertura -medio billón de pesetas-, está inflada y tapa el debate de fondo, que es definir los parados que queremos proteger".
"Zapatero a tus zapatos"
Este dirigente de UGT asegura que también se ha querido tender otra "cortina de humo" en la mesa que aborda la reforma del Inem mediante la propuesta de hacer voluntario el registro de parados. El responsable de acción sindical tiene la voluntad de "recentrar el auténtico debate sobre protección al paro y reforma de las oficinas de empleo". Rodríguez traslada al Gobierno el mensaje "zapatero a tus zapatos", por entender que la Administración quiere retener la gestión de los subsidios de paro, que, según su modelo, corresponde a los interlocutores sociales y así lo van a exigir, mientras que recorta su auténtica misión, que es hacer un instituto eficaz y que sirva como auténtico y gran servicio público de empleo. Para este sindicalista, se trata de tomar una opción política y el Gobierno debe decidir si quiere o no que el Inem limite su actuación a ser un sector residual del mercado de trabajo como ahora, ya que el 84% de los contratos que visa son nominativos y llegan allí cerrados entre el empresario y el trabajador.La central socialista, según el responsable de acción institucional, Emilio Castro, no se opone a las contrataciones nominativas pero justifica su proliferación actual en el mal funcionamiento del Instituto. Castro asegura que con buena calificación profesional, un completo fichero de parados y eficacia, aumentarán sensiblemente las ofertas de empleo genéricas.
José Manzanares, responsable de formación, coincide con Emilio Castro en que ese es el camino y de hecho en la propuesta de reforma del INEM elaborada por UGT, empleo, formación y prestaciones son los tres puntos de atención, dado que diez millones de trabajadores son analfabetos funcionales y medio millón de jóvenes no han acabado la Enseñanza General Básica.
Por eso reclaman que se atenue la separación entre formación-empleo-mercado de trabajo y pedirán un mejor uso de los contratos de formación que ahora son utilizados por los empresarios como empleo barato. Emilio Castro presentó ayer el modelo de INEM que quiere UGT. Esto es, que sea eficaz y beligerante en todo el mercado de trabajo y que garantice la igualdad de oportunidades. En cuando al consejo general del Inem, la central quiere que cambien sus funciones de forma que sea "un auténtico consejo de administración que encauce y ordene las políticas de empleo con autonomía y sea capaz de delegar funciones en los interlocutores sociales".
Las diferencias de UGT con CEOE son también abismales. Emilio Castro afirmaba ayer que "la patronal también está por una desrregulación del INEM para contratar y usar la formación como quieran".
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