El cambio permite sacar de la 'nevera' algunos nombres

Algo ha cambiado en los últimos años. En esta crisis no se ha levantado una sola voz en contra de la renovación de Mariano Rubio como gobernador dentro de las filas socialistas una vez que fue confirmado.Lo mismo ha ocurrido con el nombramiento de Pedro Pérez, que no es de] partido socialista, en contra de lo que pasó cuando Guillermo de la Dehesa accedió al cargo que acaba de abandonar dejando en el camino a un peso pesado como era Luis Velasco dentro del PSOE.

Los no militantes han llegado al Gobierno y, por tanto, pueden estar en los segundos niveles de forma mucho más cómoda. Y en los terceros como la banca pública, donde Miguel Muñiz, como presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), ha logrado que dos independientes ocupen los puestos dejados por dos militantes del PSOE con quienes las relaciones no eran especialmente fluidas. Luis Tarrafeta, hasta ahora director general del ICO desde que Julián García Vargas fue presidente del crédito oficial, ha sustituido a Luis García de Blas al frente del Crédito Agrícola.

Luis Escauriaza, que estuvo en la nevera en los primeros años de Gobierno socialista por haber sido jefe del gabinete de José Luis Leal cuando éste fue ministro de Economía con Unión de Centro Democrático, es el nuevo presidente del Crédito Industrial en sustitución de Rafael Suñol, que ha vuelto a la empresa privada para ser el primer ejecutivo del Banco de Fomento, del grupo del Banco Central.

Problemas pendientes

Miguel Muñiz ha resuelto de esta forma algunos de los problemas que tenía pendientes desde que sustituyó en su cargo a Julián García Vargas y se encontró con que Carlos Solchaga colocaba al frente del Banco de Crédito Agrícola a un compañero de promoción.

Los problemas surgidos para conseguir un convenio con las cajas rurales y la desaparición de buena parte de ellas por su incorporación a distintas cajas de ahorro ha provocado el relevo de Luis García de Blas.

La crisis resuelta ahora por Carlos Solchaga ha tenido componentes distintos a las anteriores. En la que tuvo como final la salida de Luis Velasco de la Secretaría de Estado de Comercio y la entrada en ésta de Fernández Ordóñez existió un claro componente de enfrentamientos políticos, que acabaron llegando a ser personales y provocó que los tres secretarios de Estado de entonces llegaran prácticamente a no dirigirse la palabra.

En la crisis actual ha :sido el convencimiento de que se: había acabado la carrera política, en el caso de Fernández Ordóñez, y la decisión de dirigirse a la empresa privada la que ha provocado la salida de los dos secretarios de Estado. No ha habido lucha interna: las posibilidades de ser ministros se dirigían hacia otras áreas y dependían en gran parte de la decisión que tomara Carlos, Solchaga, no de los propios protagonistas que han aceptado los límites actuales a los que se enfrentan.