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Guerras intestinas

El colon irritable es la enfermedad del aparato digestivo más frecuente en los países industrializados

Ana Alfageme

Muchos estudiantes recuerdan la noche anterior a aquel examen final con el inevitable profesor hueso. Probablemente, aquella velada tuvo como escenario insigne el cuarto de baño, más que la mesa de estudio. Los argentinos hablan con toda naturalidad del cagazo preexamen. En España se alude al miedo. Lo que es una respuesta normal ante una situación comprometida, que muchos han experimentado alguna vez, se puede convertir en una dolencia molesta. Es el colon irritable, la enfermedad crónica digestiva más común en los países industrializados.Carmen, una mujer de edad mediana, va a cumplir casi las bodas de plata con su enfermedad, con la que convive bastante bien. "Sentía un dolor profundo de cadera a cadera, tenía espasmos y colitis, y, de repente, estreñimiento. Y también gases". Tardaron unos meses en diagnosticarle el colon irritable, y le pusieron un tratamiento. Posteriormente ha tenido alguna reactivación de la enfermedad, que ella no atribuye al estrés. Corno medida terapéutica toma mucha fibra.

Detrás de este nombre no exento de connotaciones divertidas se encuentra una dolencia que supone hasta el 70% de las enfermedades gastrointestinales en países como Estados Unidos. No se conoce la frecuencia exacta del síndrome, pero la mayoría de los estudios muestran que de un 14% a un 22% de la población lo padece, aunque no acuda al médico. "Este enfermo es el que vemos con mayor frecuencia en la consulta", dice Arturo Pérez Mota, vicepresidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva. "Puede simular cáncer de colon". Para este especialista, hay datos que permiten excluir el tumor: que el sufridor no haya cumplido los 40, además de algunos signos exploratorios. No existe además ninguna lesión orgánica. Efectivamente, tres de cada cuatro casos comienzan entre los 20 y los 50 años. La enfermedad se observa con frecuencia ligeramente superior en mujeres que en hombres.

Estreñimiento y diarrea

Los síntomas clásicos son dolor abdominal errático acompañado de alteraciones del ritmo intestinal (estreñimiento y diarrea). Tres de cada cuatro pacientes ven aliviados sus síntomas después de evacuar las heces, y más de la mitad de los dolientes tienen también flatulencia y distensión abdominal.

Los especialistas invocan todo un abanico de causas, desde una serie de alimentos y sustancias irritantes del intestino hasta una mayor sensibilidad a la normal distensión en diferentes partes del mismo. Según un estudio en el que participó Jaume Binimelis, endocrinólogo del hospital de Santa Cruz y San Pablo de Barcelona, se han encontrado niveles altos tras la ingestión de alimentos de un compuesto llamado somatostatina.

"Esta sustancia inhibe la movilidad del tubo digestivo y sus secreciones y es sintetizada a instancias del sistema nervioso parasimpático", comenta este investigador. El parasimpático es uno de los gobernantes del intestino. "En estos pacientes puede haber una mayor actividad del parasimpático que en el resto de las personas. O puede que su intestino se mueva más y que exista más somatostatina para compensar".

Lo que si se sabe es que los pacientes con colon irritable tienen alteraciones psíquicas con mayor frecuencia que los individuos que no lo padecen. Un estudio reciente concluyó que aproximadamente la mitad de los pacientes tenía depresión. En otros casos se ha podido observar ansiedad. Más de la mitad de los pacientes inician la enfermedad o la reactivan coincidiendo con períodos de estrés y refieren más situaciones conflictivas que los enfermos con dolencias orgánicas.

"Yo recomiendo el salvado de trigo, que es una fibra vegetal que absorbe agua y que aumenta el volumen de las heces", dice Pérez Mota. "Empiezo prescribiendo una cantidad inicial aumentando la dosis cada semana durante el primer mes hasta que el intestino está regulado". Este médico asegura un éxito superior al 80% con este remedio sencillo. "El 20% restante de los enfermos han de acudir al psiquiatra para que sea instaurado otro tipo de tratamiento".

En opinión de Enrique García Bernardos, psiquiatra del hospital de Leganés (Madrid), ese porcentaje de personas es el realmente enfermo. "Son relacionados tradicionalmente con rasgos de carácter obsesivos". En su experiencia, los pacientes de colon irritable que consultaban por otros problemas psiquiátricos mejoran al evolucionar positivamente el asunto que les llevó a pedir ayuda.

Pensamiento concreto

La tendencia al pensarniento concreto, pragmático y eficaz en una persona excesivamente adaptada a su medio, que establece relaciones carentes de emociones; la escasa capacidad de introspección y de fantasía y las emociones vividas de forma física son algunos de los rasgos de la personalidad alexitímica. Son hombres y mujeres que dan una absoluta sensación de normalidad psíquica, y parece que tienden a vivir con el cuerpo lo que no pueden contener en su mente.

Este tipo de personalidad es frecuente en estos pacientes y en los que padecen otro tipo de enfermedades denominadas psicosomáticas, según la Asociación Psiquiátrica Americana, entidad que agrupa a más de 30.000 profesionales y cuya clasificación de enfermedades mentales es mundialmente reconocida. Las peculiaridades de estos pacientes dificultan la psicoterapia psicoanalítica dirigida a la enfermedad, un hecho que recuerda García Bernardos, quien también habla de las técnicas de relajación como alternativa terapéutica.

Smith traga saliva

"Smith tragó saliva y encaró a su enemigo. Observó por un momento la escopeta que le apuntaba y los ojos helados del enmascarado. Volvió a tragar saliva. Puso su mano en el revólver...".No nos vemos todos los días en una de éstas, pero uno de los actos, casi siempre inconscientes, de alguien sometido a una situación de riesgo es el de tragar saliva. Cada vez que se hace se degluten cinco mililitros de aire.

Una persona normal tiene en su aparato digestivo menos de 150 mililitros de gas, que provienen del aire que traga y del que se produce dentro del intestino por la digestión de ciertos alimentos. Los estados de ansiedad provocan, por tanto, más degluciones con el consiguiente aumento de ingestión de gases. La acumulación de aire en el estómago provoca una sensación desagradable que se alivia con los eructos.

Se produce un círculo vicioso que alarma al paciente y le hace creer que tiene una enfermedad gástrica. La ansiedad se mantiene y contribuye a que se siga tragando aire. La hinchazón abdominal y la flatulencia pueden ser producidas por estrechamientos de algún tramo del intestino, falta de potasio o problemas hepáticos. La mayoría de los casos son enfermos que no tienen patología orgánica. Parece que los síntomas se deben a un alteración de los movimientos intestinales que dificultan el paso del gas y a una respuesta dolorosa anormal a la distensión del abdomen,

Los médicos recomiendan dejar de fumar, de masticar chicle, y restringir la ingestión de legumbres, ciertas verduras y bebidas gaseosas, medidas que valen para el colon irritable. La corrección farmacológica de ambas dolencias es discutida. Si el dolor abdominal es el síntoma principal, se recomiendan los anticolinérgicos o los antiespumantes, para las molestias producidas por los gases.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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