El fiscal acusa a los policías de falsedad para enmascarar la desaparición del 'Nani'
Fiscalía del Estado acusó ayer a los policías procesados en el caso el Nani de falsedad continuada para enmascarar la desaparición de Santiago Corella. El fiscal de la causa, Fausto Cartagena, considera en su informe definitivo, que ayer leyó en la vista oral del juicio, que "existe una trama policial" de implicados en la que unos agentes estaban relacionados "por su participación activa" en los hechos y otros se vieron envueltos "por su apoyo a sus compañeros".
El representante del ministerio público considera que en el ánimo de los acusados no estaba hacer desaparecer al Nani, sino investigar el atraco a la joyería Payber de Madrid, delito del que los agentes posteriormente acusaron a Corella. El fiscal añade que los policías "se excedieron" con los detenidos, sometiéndolos a malos tratos "y luego hubo que empezar a repararlo". Estima que los procesados tuvieron que cometer una serie de irregularidades "que nunca pensaron que serían investigadas en detalle" para ocultar el estado a que había sido abocado el Nani.Esas irregularidades son para el fiscal las contenidas en los atestados de la versión referente a la supuesta fuga de Corella. Para la Fiscalía, el atestado de los hechos es "falso y preparado a consecuencia y concomitancia de cómo se iban produciendo los hechos". Según Cartagena, "se cometieron muchos errores a los que los enjuiciados no hicieron frente, sino de forma maliciosa".
El fiscal no hizo en su informe una relación de hechos probados y se basó en declaraciones de diversos testigos para dar por sentado una serie de falsedades en la versión de los hechos que mantienen los siete policías procesados. Para el fiscal, la detención del Nani se produjo tres horas antes de la que indican los policías -a las 13.00 horas en vez de las 16.00- y en ese lapso de tiempo Corella fue sometido a malos tratos en dependencias policiales, antes de ser reconocido por los servicios médicos de la Policía a las 19.00 horas.
El informe agrega que fueron falsificadas las firmas del Nani en el acta de información de derechos al detenido -hecho que para el fiscal no se produjo nunca- y en uno de los atestados policiales, precisamente el que hace referencia al alijo de armas que supuestamente Corella tenía escondido en Vicálvaro. "Santiago Corella no podía firmar nada, porque su estado de salud no se lo permitía", dijo el representante del ministerio público. Según Cartagena, la versión policial de la supuesta fuga se vio forzada por "la necesidad de encubrir" lo que verdaderamente había ocurrido en las dependencias policiales de la Puerta del Sol de Madrid. "Se lo llevaron [al Nani] por supuesto; pero no a buscar unas armas", añadió.
"Tiempo muerto"
La Fiscalía no se explica por qué si Corella supuestamente reconoció estar en posesión de unas armas, a la una de la madrugada del día siguiente [13 de noviembre de 1983], hora que figura en el atestado policial, no se parte en busca de aquéllas hasta tres horas después, según los agentes. Cartagena cree insuficientes y vagas las explicaciones dadas por los procesados para justificar ese lapso de tiempo, que el fiscal calificó de "tiempo muerto".
El fiscal se extrañó también de que ni los procesados ni varios agentes que han comparecido como testigos puedan recordar qué policías se encontraban en las dependencias de la Puerta del Sol en la noche de los hechos; "parece que existe una amnesia generalizada", dijo. Cartagena estima cierto que Ángel Manzano fue objeto de malos tratos, así como su mujer, Concepción Martín, y Soledad Montero, la esposa de Corella. Según Cartagena, los agentes tuvieron que hacer frente a la realidad de las lesiones de Manzano "porque un segundo desaparecido sería demasiado". En conjunto, Cartagena calificó la actuación de los procesados como "una de las falsedades más graves que ha visto el ministerio fiscal en sus años de trabajo".
La Fiscalía denunció la falta de colaboración de funcionarios policiales "en aspectos trascendentales de la investigación del caso" y criticó la existencia de un "marcado corporativismo" en las Fuerzas de Seguridad, si bien estimó que en ocasiones aquello corresponde "a razones lógicas". "Ello no excluye, continuó Cartagena, "que una serie de conductas delictivas no tengan que ser penalmente investigadas. Si no existe una investigación de los propios mandos policiales, todo esfuerzo será escaso".
El fiscal consideró "inadmisible" la aplicación de la ley antiterrorista a Corella, Manzano y a sus mujeres, al estimar que no se les puede conceptuar como banda armada, ya que se necesitan vínculos de organización de los que carecían.
El fiscal hizo hincapié en la idemnización de 15 millones para la mujer e hijos de Corella. Y excluyó "los gastos funerarios por razones que son obvias".
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