_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Discotecas VIP

Voy a relatar un hecho que me ha ocurrido, aunque parezca increíble en pleno siglo XX.Me habían hablado mucho, desde hace tiempo, de una discoteca que han abierto en Móstoles y que lleva el nombre de Edén. Por estar cerca de mi domicilio y la insistencia de mis amigos para que la visitase, me picaba la curiosidad por conocerla. El sábado por la noche quedé con una amiga y nos emperifollamos para ir allí. Tengo que decir que el nombre del citado sitio me tenía un poco mosqueada: El Edén, y en Móstoles; ahí había algo que no me encajaba; no obstante, pronto íbamos a salir de dudas.

Cuando aparcamos el coche y vimos el local desde fuera (me recordaba a Falcon Crest o Dinastía), se agudizó en mí la desconfianza hacia el lugar.

En la puerta había cinco gorilas y nos dijeron que no podíamos pasar porque sólo era para socios. Sabiendo que me estaban mintiendo, porque ése es el juego que utilizan las discotecas de moda, le hago ver a uno de los gorilas que eso no es verdad porque tengo amigos que no son socios y entran, pero como si hablas a las paredes. Por supuesto, en vez de querer entrar, lo que te dan son náuseas, y te vas.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Después fuimos convencidas a otra discoteca que conocíamos y que era bastante tranquila. Cuál no sería nuestra sorpresa que al llegar allí vimos que ya no se llamaba K-5, sino Madrid no se qué, y era una mala copia de su hermana: Edén.

Mi amiga y yo nos miramos sin decir nada, porque sabíamos que no íbamos a tener noche discotequera. Así fue, porque no nos dejaron entrar, simplemente porque a unos o a un gorila no les daba la gana.

Hemos intentado descifrar en qué se basan para hacer la selección de la gente que puede entrar en estos sitios y, por más vueltas que le dábamos, nada. En un principio hemos pensado, ¿somos raras o hay algo raro en nosotras?, pero no, nos mirábamos y no nos encontrábamos nada anormal para esa marginación. Al final hemos dado con la clave: somos normales, por eso no nos han dejado entrar. Realmente nos hubiésemos sentido muy incómodas entre tanto gorila y tanta sofisticación. Que os aproveche.- Isabel Lorente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_