"Con gafas, pero sin barba"
J. P. Tenía la broma tan pensada, que los nervios le traicionaron: "Como ustedes pueden ver, yo también tengo barba, digo... yo también tengo gafas, pero no barba", y ya no pudo aguantar la risa.
Rosa Conde se presentó a su primera conferencia de prensa como portavoz, tan seria como su antecesor, y después de explicar lo bien que lo había hecho Javier Solana, pidió que no se la compare con él. Y entonces fue cuando le falló la pequeña chanza.
Por lo demás, estuvo sobria y cortés. Con una gran bandera de España a su derecha y sola en la mesa ante los micrófonos, bajo la mirada atenta de todo el equipo saliente de la Oficina del Portavoz y del jefe del gabinete presidencial, resultaba la viva imagen del esfuerzo del primerizo/a por estar en su sitio, consciente de que se la va a observar con lupa y no sólo desde los medios de información, Con las gafas caladas y consultando papeles a menudo, hizo lo posible por cumplir.
Pidió toda clase de excusas por los errores que pueda cometer, se puso a disposición de los medios informativos y afirmó que los hombres son más fríos y contundentes, pero que ella espera dar cabida al calor humano y a las percepciones de los ciudadanos. Era su primera vez. El escaso contenido del primer Consejo de Ministros del cuarto Gobierno socialista le dio pocas oportunidades de lucimiento.