El presidente de Banesto defiende las participaciones industriales de los bancos
ENVIADO ESPECIAL, Tras una semana de destripar la historia de la banca en España, señalando el origen industrial del capital bancario, Mario Conde clausuró un seminario en Santander defendiendo un modelo de holding para retener las participaciones industriales del grupo y del resultante de la fusión. El remozado capital financiero español busca formas jurídicas tolerables para las autoridades monetarias españolas y de la Comunidad Europea.
Mario Conde, presidente del Banco Español de Crédito (Banesto), defendió ayer a capa y espada en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) un modelo de banca e industria en un conglomerado cuya tenencia patrimonial reside en un holding que mantenga la propiedad separada.El seminario centrado en las relaciones entre banca e industria contrastó los principales modelos de banca europeos, el anglosajón, el germano y el francés, con ponentes de estas nacionalidades.
La intención declarada del seminario fue abrir un debate sobre la relación banca-industria, signada en España por los aires de crisis larvados de 1973 a 1977, y de fuerte impacto bajo la propia transición.
Fue bastante obvio para los observadores del sector financiero presentes aquí que el debate de fondo era si las participaciones recíprocas entre banca e Industria son necesariamente perniciosas. Detrás del debate está la propia realidad de Banesto de hecho, uno de los grandes conglomerados financiero-Industriales del país.
A diferencia de otras entidades bancarias, Banesto, durante el período de crisis industrial aguda, no reasignó recursos, sino que optó por la preserveración de sus participaciones y, en palabras del propio Conde, "durante la crisis, Banesto sufrió menos daño de sus participaciones Industriales que de los riesgos puramente bancarios. Es más, en parte fueron los recursos generados por las participaciones industriales los que permitieron restañar las heridas".
Parte del debate tiene como horizonte el mercado único europeo en 1992, con la adopción por la Comunidad Europea de normas de homogeneización para la banca a través de directivas comunes.
Los proyectos en torno a estas directivas diseñados hasta ahora, entre otras cosas, limitan la participación patrimonial de la banca en la industria al 10% si es directa alícuota.
Pero el modelo defendido por nosotros es de un holding que es propietario de un grupo bancario por una parte, y de otro grupo industrial por otra, por lo cual de hecho no hay participación patrimonial de los bancos del grupo económico -conglomerado, según la adaptación de la terminología sajona-, en la industria ni a la inversa.
Menos reticencias
Conde dijo que, en su opinión, el Banco de España, que en el pasado mostró fuertes reticencias a la participación de los bancos en la esfera industrial, no objetaba el modelo teórico de participaciones cruzadas en banca e industria a través de un holding de alguna manera neutro.
Banesto desveló así ayer el modelo de tenencia de participaciones que alienta estratégicamente, y dio una forma, por tanto, transicional a la vía de las sociedades de cartera, a la que en un plazo medio de tiempo, desístirá como forma de participación.
Este modelo explica a las claras la operación de oferta pública de adquisición (OPA) lanzada en su momento sobre las denominadas Isas, sociedades en las que estaba repartida la patrimoniafidad del banco y que despertaron agudas apetencias en tiburones locales y extranjeros, amén de tener enquistadas en su seno formas de capital que ya no representaban la estructura accionarial del banco.
Banesto se ha visto en la necesidad de crear un estado de opinión favorable a la transformación del régimen de propiedad de las participaciones de la entidad y del propio banco en el camino de la fusión misma.
Esta necesidad surge de la comprobación fáctica de que el grupo industrial de Banesto es una bomba permanente de tesorería, especialmente en sectores como el cementero.
El debate abierto en Santander puede, por tanto, tener una primera lectura en el hecho de que Banesto no piensa desprenderse de participaciones industriales, y que lajugada de la OPA iba bastante más allá que la defensa de una cartera.
Conde se negó a precisar si Banesto ha tomado este modelo teórico, y si el mismo alienta la fusión. Sin embargo, va de suyo que la construcción de un conglomerado económico, formado de un lado por un grupo bancario y del otro por uno industrial, sin participaciones cruzadas y con la tenencia patrimonial de ambos dentro de un holding, es el programa de la fusión.
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