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Daniel J. Travanti

Más interesante y complejo que el capitán Furillo

Daniel J. Travanti, el actor que encarna al capitán Furillo en la serie de televisión Canción triste de Hill Street, es exigente y perfeccionista. Le gusta el trabajo bien hecho, la vida sana y las tareas domésticas. Es reflexivo y no ambiciona tanto la popularidad como el prestigio de su trabajo. No fuma, no bebe, hace gimnasia y toma vitaminas como si fueran caramelos. Celoso de su vida privada, se considera más interesante y complejo que el personaje al que da vida en la televisión. Tiene grandes esperanzas cifradas en su vida profesional, y espera que la industria del cine le conceda un papel grande y maravilloso. Travanti ha estado en Gijón como jurado del festival internacional de cine.

Daniel J. Travanti viste atuendo deportivo porque después de la entrevista va a acudir al gimnasio. Nació hace 48 años en Kenohsa, en el Estado norteamericano de Wisconsin, de padres italianos inmigrantes. Fue después de su muerte cuando Travanti descubrió que ambos se habían visto obligados a huir de su país para poder casarse. "Ambas familias opinaban que mi madre era demasiado para mi padre"."Yo soy el benjamín. Mi madre tenía 41 años cuando nací, y mis cuatro hermanos ya eran mayores. Fui un accidente, el error más grande de la familia". Su padre y toda la familia trabajaban en una fábrica de. coches. Es el único que se ha dedicado a la interpretación y el único también que cursó estudios universitarios. "Desde niño supe que quería ser actor, pero sólo lo dije cuando ya estaba en la Universidad. Mis padres pusieron el grito en el cielo. Ellos esperaban de mí el ideal de toda familia norteamericana: que tuviera una novia, consiguiera un trabajo, me casara, tuviera hijos y comprara varios coches. Pero yo tenía otras aspiraciones y todo eso me resultaba aburrido. Necesitaba un espacio más grande, y por eso supe que tenía que marcharme".

Vive a caballo entre una casa en California y un apartamento en Nueva York, y contesta a todas las preguntas, haciendo gala de una gran locuacidad y sentido del humor, excepto las que hacen referencia a su vida sentimental. Dice que sabe planchar y cocinar y que le gusta la vida cómoda. "No hago nada autodestructivo, salvo tomar café, no trasnocho y como con mucho cuidado. Ni fumo, ni bebo, ni tomo píldoras, sólo vitaminas, como si fueran caramelos. Hubo un tiempo en que llevaba una vida más desordenada, hasta que me di cuenta de que estaba poniendo en peligro mi trabajo y mis relaciones personales. Si quieres hacer un buen trabajo tienes que cuidarte, y yo no quiero ser famoso, sino suscitar respeto por mi trabajo. No quiero frenar mi progreso. Soy muy exigente conmigo mismo y me irritan la ineficacia y los que llegan tarde a las citas".

Daniel Travanti aspira a interpretar papeles maravillosos y grandes. "Actuar es mi mayor placer. No quiero que me identifiquen con Furillo, porque mi vida es mucho más interesante que la suya, aunque disfruto con mis personajes porque en el fondo parten también de mí: son mi otro yo". Su otra gran dedicación es el trabajo por los niños maltratados, contra el hambre y contra la esclerosis. Lo hace porque le arrastra una fuerza interior y también porque disfruta, a pesar de que dice que ni su trabajo ni su actividad le es suficiente. "Si pudiera, arreglaría el mundo. Como no me es posible, contribuyo a ello con un pequeño esfuerzo".

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