Se da por muertos a los 150 desaparecidos en la plataforma incendiada en el mar del Norte
Los equipos de rescate que buscaban a los más de 150 trabajadores desaparecidos en la explosión el miércoles por la noche de una plataforma petrolífera británica en el mar del Norte los dieron por muertos a última hora de ayer. "No buscamos personas vivas, sino cadáveres", afirmó el guardacostas Steven Pigott. En la plataforma había 229 personas, y anoche sólo existía constancia de 65 supervivientes y se habían recuperado 16 cadáveres. [El español Antonio Gálvez Estévez figuraba entre los desaparecidos, informó Efe, según datos de la oficina de Información Diplomática (OID).]
Es el más grave accidente de este tipo producido en la historia de la explotación del petróleo. El desastre se produjo a primera hora de la noche del miércoles, a unos 200 kilómetros al este de la costa escocesa, en la zona de la plataforma Piper Alpha dedicada a residencia de los trabajadores, a muchos de los cuales la muerte les sorprendió durmiendo. Las circunstancias exactas de lo ocurrido siguen sin conocerse, pero según un portavoz de la Occidental Petroleum, compañía norteamericana propietaria de la plataforma, la tragedia podría deberse a una "fuga de gas en una de las cuatro unidades submarinas de la Piper Alpha". Al parecer, la fuga generó una reacción en cadena que convirtió la plataforma en una bola de fuego."Todo ocurrió tan rápidamente que mucha gente no se dio cuenta de lo que estaba pasando hasta que se produjo la gran explosión que destrozó la plataforma", dijo Patrick Thirkell, un piloto que intervino en las operaciones de rescate. "Toda la estructura quedó envuelta en fuego, desde el nivel del agua hasta arriba del todo. No había una parte que rio estuviera ardiendo".
Una intensa operación de búsqueda con decenas de barcos -seis de ellos buques de la OTAN que regresaban de unas maniobras en las costas norue gas- y helicópteros permitió únicamente recuperar 16 cadáveres, después de que casi todos los supervivientes lograran ponerse a salvo en los primeros momentos. "Era un caso de tener miedo y morir o de saltar e intentarlo", decía ayer, desde la cama del hospital, Roy Carey. "No había tiempo para preguntas, era cosa de saltar o arder. Yo me tiré al agua..., puede que fuera desde unos 20 metros". Según los expertos en rescate, era muy improbable que nadie sin el equipo adecuado pudiera sobrevivir más de dos horas en aquellas frías aguas.
Los restos de la plataforma y las llamas producían peligros adicionales para los que saltaron. "Había muchos materiales flotando junto a nosotros y el fuego nos rodeaba", agregó Carey. "Sentí que se me asaba la cabeza así que tuve que estar dando zambullidas para tenerla fría". Este agua templada por el fuego permitió a algunos hombres resistir el tiempo suficiente hasta ser rescatados, mientras los primeros socorros trataban infructuosamente de apagar un incendio que había convertido la estructura en acero candente. Dos de los tres tripulantes de una lancha de rescate murieron bajo la plataforma. Anoche continuaba el fuego.
Cecil Parkinson, ministro de Energía, presentó el balance de bajas en el Parlamento y anunció la apertura de una investigación en profundidad sobre lo ocurrido.
Este accidente, en el que la mayoría de los muertos son británicos, aunque también hay de otros países europeos, EE UU, Canadá y Africa, eleva a más de 500 el número de víctimas mortales de la explotación petrolífera del mar del Norte, en sus sectores británico y noruego, a lo largo de los últimos 20 años. El accidente de mayor gravedad ocurrido hasta ahora fue el que en 1980 causó 123 muertos al hundirse la plataforma Alexander Kielland en el sector noruego.
Las primeras estimaciones económicas de las pérdidas producidas por el siniestro, que ha supuesto el cierre de otras cinco plataformas aledañas, indican que la producción británica de crudo se reducirá en un 14%, y una pérdida mensual superior a los 16.000 millones de pesetas. El precio del crudo del Mar del Norte subió ayer de los 14,7 a los 14,95 dólares por barril.
