Un sindicalista para el orden público
Aunque nació en un pueblecito de Burgos, en Pradoluengo, en 1945, José Luis Corcuera ha vivido prácticamente toda su vida en Portugalete. A los 14 años ingresó como aprendiz en Altos Hornos de Vizcaya, de donde salió para dirigir la federación del metal de UGT en 1977. Casado y con dos hijas, Nicolás Redondo lo incorporó en la dirección del sindicato en el XXXIII congreso de la organización, celebrado en Madrid en 1980, y lo hizo su mano derecha. Fue el hombre que llevó con mano de hierro el proceso de la reconversión industrial e impuso al entonces ministro de Industria, Carlos Solchaga, la suspensión del contrato de los trabajadores excedentes.Estuvo a punto de ser ministro con el primer Gobierno socialista. En aquella ocasión obedeció disciplinadamente a Nicolás Redondo, que no veía conveniente que un dirigente sindical ocupara una cartera. Las discrepancias que le llevaron a abandonar la comisión ejecutiva estallaron con motivo de la reforma de pensiones.
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