Batalla campal en China por la descarga de agua contaminada
Enfrentamientos entre campesinos y fuerzas policiales se saldaron, la semana pasada, con numerosos heridos y varias detenciones en el distrito de Fengshan, a 80 kilómetros de Pekín, según se supo ayer. Los manifestantes -entre 1.000 y 4.000 según diversas fuentes- se oponían a la descarga en sus campos de cultivo de aguas contaminadas.Fuentes provenientes de Hong Kong hablan de tres muertos entre los campesinos. Según testigos citados por The Asian World Street Journal, la represión se efectuó por medio de cachiporras y bastones eléctricos. En medios periodísticos occidentales de Pekín se habla igualmente de 67 policías heridos a pedradas durante la represión.
Los campesinos se oponían a la descarga de residuos de luna planta petroquímica, a la que acusan de arruinar sus sistemas de riego y de provocar erupciones cutáneas y enfermedades. Las aguas contaminadas fueron evacuadas tras la dispersión de los campesinos.
Las autoridades de Fengshan desmintieron la existencia de enfrentamientos, aunque admitieron que "un escaso número de personas ha planteado demandas que el Gobierno no puede aceptar".
La Prensa china, por su parte, ha guardado hasta el momento absoluto silencio, aunque el periódico en lengua inglesa China Daily publicó el pasado miércoles en su primera página un comentario sobre la excelente calidad de las sandías en un distrito cercano al de Fengshan, queriendo probablemente desmentir así las acusaciones de los campesirlos.
Por otro lado, los seis autores del asesinato de un estudiante en la universidad de Pekín, el 1 de junio, fueron sentenciados a penas que van de una bala en la nuca a tres años de prisión. Shai Qingfeng, un postgraduado de 22 años, falleció como consecuencia de golpes recibidos en la cabeza con una pala durante una pelea callejera, el 1 de junio. Su muerte provocó manifestaciones en el campus universitario.
