El juez archivará por segunda vez las diligencias sobre la 'desaparición' del joyero Mariano Loriente

Luis Lerga Gonzálbez, juez de Instrucción número 4 de Madrid, va a decretar el archivo provisional de las diligencias previas relativas a la desaparición del joyero Mariano Loriente Chinchilla, ocurrida apenas un mes después de la de Santiago Corella, el Nani, según fuentes próximas al caso. El juez Lerga confirmó a este periódico que "en breve habrá una resolución judicial" pero no quiso detallar su contenido. En el sumario no se ha ratificado la hipótesis del jefe de la brigada anticorrupción, quien en varias ocasiones expresó sus sospechas sobre la implicación de la mafia policial en este caso.

Lerga dijo también que, en el supuesto de que decretase el sobreseimiento provisional, "eso no significa el archivo definitivo de las diligencias", puesto que se puede presentar recurso o reabrirse el caso si apareciesen nuevos indicios.Mariano Loriente Chinchilla desapareció el 7 de diciembre de 1983, tras salir de su domicilio de la calle del Puerto de Idiazábal, en el barrio madrileño de Vallecas, y efectuar algunas gestiones bancarias. El representante de joyería llevaba consigo tres maletas con alhajas valoradas en 130 millones de pesetas, que jamás han sido recuperadas.

El 13 de diciembre, el inspector de policía José Luis Fernández Martín, casado con una prima de Loriente, y el policía nacional Isidoro Garrido Alonso, primo camal del desaparecido, localizaron el coche de éste por "intuición o casualidad", según declararon ante el juez. El vehículo estaba en la tercera planta del aparcamiento de la plaza Mayor, a unos 15 metros de la zona reservada especialmente para los automóviles de la policía.

José María Bento Company, entonces juez de Instrucción número 4, ordenó el 5 de julio de 1985 el sobreseimiento provisional de las diligencias 3.009/84E, relativas al caso Loriente. El juez se basó en el artículo 641 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que se refiere al sobreseimiento cuando "no haya motivos suficientes para acusar a determinada o determinadas personas como autores, cómplices o encubridores".

Reapertura

El 20 de agosto del año pasado, el juez Luis Lerga decretó la reapertura de las diligencias previas sobre la desaparición del joyero por "desprenderse de las actuaciones recibidas indicios lógicos por los cuales se puede atribuir a personas determinadas una participación en el hecho punible".Tras desempolvar el caso, Lerga tomó declaración a Recaredo González Pazos, patrono de Loriente; a Antonio Garrido Femández, ex jefe superior de Policía de Madrid; a Juan Antonio Gil Remacho, comandante de la Guardia Civil; y a los policías José Luis Fernández Martín e Isidoro Garrido, parientes del joyero.

El auténtico peso pesado de las diligencias instruidas por el juez fue el subcomisario José García Fernández, jefe de la Brigada de Régimen Interior, conocida también por brigada anticorrupción.

En varios informes y en la declaración prestada el pasado 27 de marzo, García expuso su hipótesis de que "Mariano Loriente no se había escapado con el muestrario de joyas, sino que había sido hecho desaparecer". Todas sus sospechas se centraban en la llamada mafia policial y en personas próximas a ella, entre las que citó al aristócrata Jaime Messía Figueroa. En esa comparecencia, el subcomisario resaltó las coincidencias entre este caso y el del Nani.

El juez Lerga confirmó ayer que "en breve habrá una resolución", pero no quiso detallar su contenido, debido a que aún no le ha sido comunicado a las partes personadas en la causa. Por su lado, fuentes próximas al caso Loriente manifestaron que tal resolución es previsiblemente la de archivar por segunda vez las diligencias, ante la falta de pistas que permitan avanzar en la investigación.