Rocard firma con canacos y caldoches un plan de paz para Nueva Caledonia
El primer ministros francés Michel Rocard, y los representantes de las comunidades canaca y caldoche de Nueva Caledonia firmaron ayer un plan de pacificación del archipiélago austral, que será sometido a consulta en todo el territorio francés el próximo otoño y deberá culminar dentro de 10 años con un referéndum de autodeterminación. La firma del acuerdo entre los representantes de las comunidades hasta ahora enfrentadas significa un espectacular y fulgurante éxito para Michel Rocard y una demostración de la viabilidad de la apertura propuesta por Mitterrand.El plan prevé la partición del territorio en tres regiones, cada una con un Gobierno propio y una asamblea. La nueva estructura permitirá que los independentistas se responsabilicen de la gestión en dos de ellas, la Norte y la de las Islas Lealtad, de población indígena melanesia mayor¡taria, mientras que la correspondiente a la capital, Notimea, de mayoría blanca, quedará en manos antiindependentistas. Mientras se logra la nueva estructura, París se responsabilizará de la administración.
El plan prevé un programa de desarrollo económico para los canacos, la creación de nuevas zonas de actividad económica para reequilibrar las desigualdades territoriales y el control de inmigración para garantizar el mantenimiento del equilibrio actual entre comunidades. Los firmantes del acuerdo reconocen mutuamente la legitimidad de sus movimientos políticos, el Frente de Liberación Nacional Kanaky Socialista (FLNKS), formado por la mayoría de los partidos independentistas, y la Asamblea para una Caledonia Republicana (RPCR), la mayor formación antiindependentista.
Las conversaciones, mantenidas en París, han reunido al diputado y primer notable de las islas, Jacques Lafleur, y al presidente del gobierno provisional de Kanaky, Jean Marie Tjibaou. Lafleur, que es presidente de la RPCR y está integrado en el grupo de la Asamblea de la República (RPR) declaró ayer: "En 15 días de trabajo hemos comprendido que hace falta dar y perdonar". Tjibaou, aseguró: "Un mal acuerdo es preferible a una guerra civil".
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