Cartera Central acepta el proceso de fusión

Los representantes de Cartera Central, a cambio de participar en el proceso de fusión de los dos bancos, han dado una cierta marcha atrás en sus discrepancias con lo llevado a cabo hasta ahora. Las numerosas reuniones mantenidas en el Banco de España y los acuerdos de última hora van a permitir, en principio, una actitud más amistosa y de colaboración entre las partes. El primer paso formal lo dieron los tres representantes de Cartera Central en la reunión del consejo de administración previa a la celebración de la junta.En ese momento, Romualdo García Ambrosio, Alfonso Cortina y Álvaro Alepuz dejaron constancia de que "aprueban las bases de fusión [aceptadas por el resto de los miembros de los consejos de administración de los dos bancos la semana pasada], contribuyendo todos a su desarrollo y funcionamiento en todos sus aspectos dentro del consejo, en aras de la mejor defensa de los intereses de los accionistas y de la economía nacional". El segundo paso lo dio el Banco Central al ampliar el número de consejeros en representación de Cartera Central y facilitando la entrada a la comisión permanente, órgano de control y decisión de la entidad.

El tercer paso

El tercer paso está aún por dar, y serán las próximas semanas las que digan en qué dirección va. El comunicado señala que las bases ya aprobadas se van a desarrollar y que se controlará su funcionamiento desde el seno del consejo. Será ahí donde Cartera Central tratará de introducir las modificaciones que considera son necesarias para que se haga una fusión en condiciones aceptables, y del grado de seriedad de sus propuestas y de la receptibilidad del resto del consejo dependerá que la nueva tregua iniciada ayer sea duradera.

Esta tregua, reafirmada en la reunión del consejo posterior a la celebración de la junta de accionistas "por la renovación de un compromiso de colaboración" entre las dos partes en litigio, sirvió para suprimir parte de la tensión existente y para que se aprobaran la gestión de la sociedad en el ejercicio pasado y el resto de los acuerdos propuestos con el apoyo de todos los accionistas. A la junta asistieron, o estuvieron representados, el 41 % de los accionistas y el 61% del capital.

Precl samente, en el transcurso de la asamblea de ayer, Alfonso Escámez afirmó que la fusión es "una operación realmente histórica por todas las circunstancias que concurren y corresponderá a los accionistas de cada banco en las juntas generales previstas para el 1 de octubre de 1988, adoptar las decisiones necesarias para que nazca esta gran empresa, una vez se completen las presentaciones jurídicas y económicas".