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El nuncio del Vaticano corona a la Virgen de la Esperanza

La policía expulsa del acto a cristianos malagueños

El nuncio del Vaticano en España, Mario Tagliaferri, exhortó a ayudar a los necesitados en el acto de coronación, con oro macizo, de la imagen de la Virgen de la Esperanza, celebrado la noche del sábado en Málaga ante unas 8.000 personas. La policía obligó a un grupo de las comunidades cristianas de Málaga a abandonar el lugar.

La imagen de la Virgen de la Esperanza llegó a hombros de los cofrades a la plaza de la Constitución a las 19.45, tras recorrer diversas calles de Málaga. La plaza había sido engalanada con banderas de España y mantos artísticos. La comitiva religiosa, encabezada por Tagliaferri y el obispo malagueño, Ramón Buxarrais, desfiló a las 20.30 hacia el estrado donde se celebró la misa. En la homilía, Tagliaferri aseguró que los directivos de la cofradía de la Esperanza "tenían intención de utilizar la antigua corona, pero las aportaciones de los hermanos indujeron a labrar otra nueva".La corona, cuyo valor es de tres millones de pesetas, ha sido hecha con aportaciones económicas de los cofrades, que también han donado alianzas e incluso dentaduras de oro. "Procurad que el desprendimiento y generosidad demostrados por los que han querido una nueva corona para la Virgen sea una constante en la vida de los cofrades dirigida hacia los pobres", dijo Tagliaferri. El nuncio añadió: "Si habéis sido capaces de construir una nueva corona, tenéis que ser capaces de dar a los más necesitados, a los más pequeños, porque sólo de esta manera agradaremos a la Virgen".

A continuación comenzó el acto de coronación. Pese a las llamadas al silencio de los oficiantes, la multitud prorrumpió en aplausos cuando Mario Tagliaferri depositó la corona sobre la cabeza de la imagen. Varios balcones de un edificio contiguo exhibían la enseña de Fuerza Nueva junto d1anderas españolas sin el escudo constitucional y otra con la cruz de los requetés. Durante la ceremonia, la Orquesta Sinfónica de Málaga interpretó fragmentos de la Misa de la coronación de Mozart y el Aleluya de Haendel.

Incidentes

Con anterioridad a la ceremonia, un reducido grupo de las comunidades cristianas prorrumpió junto a la desembocadura de la calle de Larios con pancartas en las que se leía: "Cristo derribó a los poderosos y ensalzó a los pobres" y "por favor, no coronarme con oro ni perlas, cuando tengo tantos hijos en la miseria". El grupo fue recibido a los gritos de "fuera, fuera". Algunas personas rompieron las pancartas y se produjeron algunos empujones. Entonces, la Policía Nacional invitó a los católicos contrarios a la coronación a abandonar el lugar por ser "una minoría".

El grupo permaneció a un centenar de metros de la plaza de la Constitución, mientras algunas personas increpaban a los manifestantes. Un militar de paisano les reprochó su actitud recordándoles que el Gobierno socialista había dado 350.000 millones de pesetas al presidente de Argentina. En la iglesia del barrio de La Palmilla, el canónigo José María González Ruiz celebró una misa paralela a la que asistieron alrededor de 100 personas.

El alcalde de Málaga, el, socialista Pedro Aparicio, no acudió al acto por encontrarse en México, donde presidió una ceremonia de hermandad con la localidad de Zacatecas.

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